Con el envejecimiento de las sociedades y el aumento de los ingresos, se prevé que el gasto en salud aumente en los próximos decenios. Esto hace que el seguimiento sistemático de los recursos financieros movilizados para hacer frente al aumento de la demanda de asistencia sanitaria sea vital para fundamentar mejor la formulación de políticas. La Secretaría de la OCDE apoya al Ministerio de Salud de Brasil en la implementación y la institucionalización de las cuentas de salud, un poderoso instrumento para facilitar el seguimiento y el monitoreo del gasto en salud. En este capítulo se proporciona información general sobre esta colaboración y presenta el resto de esta publicación.
Institucionalizando las cuentas de salud en Brasil

1. Introducción
Copy link to 1. IntroducciónResumen
Con el envejecimiento de la población y el consiguiente aumento de las enfermedades crónicas, los avances tecnológicos en el tratamiento y la prestación de servicios, y el aumento de la demanda de asistencia a medida que aumentan los ingresos, los recursos asignados a la sanidad han crecido de forma constante durante los últimos decenios en los países de ingreso alto, mediano y bajo, y en general cabe esperar que sigan aumentando en los próximos decenios. En la actualidad, en el conjunto de la OCDE, el gasto en sanidad suele representar más del 9 % del producto interior bruto (PIB) o alrededor del 15 % del presupuesto público de un país (OECD, 2024[1]). Sobre la base de las tendencias anteriores a la pandemia, se espera que el gasto en salud en los países de la OCDE supere el 11 % del PIB en 2040, por término medio (OECD, 2024[2]). Sin embargo, para una toma de decisiones fundamentada en materia de política sanitaria es esencial hacer transparente el gasto en salud y comprender mejor cómo se movilizan unos recursos financieros tan importantes, con qué fines se utilizan, si se gastan de forma eficaz y equitativa y si satisfacen suficientemente las demandas de la población. Por esta razón, el gasto en salud debe ser objeto de un seguimiento sistemático a lo largo del tiempo, idealmente mediante el uso de un marco global que aplique conceptos consolidados y normas internacionales para facilitar también las comparaciones entre países.
Varios países han estado supervisando los gastos sanitarios a través de sus sistemas nacionales, con registros que en algunos casos se remontan a 50 años o más. Sobre la base de estas iniciativas nacionales, en los últimos 25 años, la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras organizaciones internacionales han trabajado para desarrollar marcos armonizados para definir y clasificar el gasto en salud. Esta colaboración ha tenido como objetivo tanto facilitar las comparaciones internacionales como normalizar las iniciativas nacionales de seguimiento del gasto en salud. En 2011, estas iniciativas de colaboración culminaron con la publicación de Un Sistema de Cuentas de Salud 2011 (SCS 2011), que se convirtió en el modelo universal de contabilidad sanitaria (OECD/WHO/Eurostat, 2011[3]). La aprobación del SCS 2011 ha mejorado de forma significativa la capacidad de los países de la OCDE y de muchas otras naciones de todo el mundo para supervisar y analizar de manera sistemática el gasto en salud, con lo que se favorece la formulación de políticas fundamentadas y las comparaciones sanitarias internacionales.
Dado que Brasil dedica una proporción considerable de sus recursos a la sanidad, el país ha reconocido la importancia crítica de realizar un seguimiento sistemático del gasto en salud. Esta comprensión condujo a la implementación de las cuentas satélite de salud (HSA), que se centran principalmente en el ámbito de la producción del sector sanitario (IBGE, 2022[4]). Las HSA miden la contribución del sector a la economía general en términos de valor añadido y empleo, lo que proporciona una visión global de la repercusión económica de las actividades relacionadas con la salud. Además de las HSA, Brasil también ha realizado varios intentos previos de institucionalizar unas cuentas nacionales de salud (CNS) específicas para cada sector. Estas iniciativas pretendían proporcionar una visión más centrada y detallada del gasto y el financiamiento sanitarios en Brasil. Durante el pasado decenio, se publicaron dos importantes informes bajo estas iniciativas, culminando en la elaboración de dos conjuntos de resultados preliminares (Ministério da Saúde, Fiocruz, 2018[5]; Brasil. Ministério da Saúde, 2022[6]).
A pesar de estos esfuerzos y del objetivo subyacente de crear un proceso coordinado mediante una Ordenanza interministerial, la posterior revocación condujo a una pérdida de prioridad del trabajo. Como consecuencia, los resultados de estos estudios no se difundieron ampliamente, lo que limitó su repercusión. La falta de un enfoque sostenido a largo plazo hizo que los valiosos datos generados no se integraran de manera eficaz en los procesos de toma de decisiones de las autoridades sanitarias.
Además, el proceso de producción, incluidas las metodologías aplicadas, no estaba suficientemente documentado. Esta falta de documentación exhaustiva dificultó la capacidad de mantener y reproducir la producción de cuentas de salud de forma periódica. Sin procedimientos normalizados ni directrices claras, la continuidad y la sostenibilidad de la producción de cuentas de salud se vieron comprometidas. En consecuencia, no se aprovecharon plenamente los beneficios potenciales de contar con un sistema de contabilidad sanitaria sólido e institucionalizado, lo que pone de relieve la necesidad de adoptar un enfoque más estructurado y coordinado del seguimiento del gasto en salud en Brasil.
De ahí que, para liberar todo el potencial de las cuentas de salud para fundamentar la toma de decisiones en materia de política sanitaria, el Ministerio de Salud brasileño decidiera volver a involucrarse en esta labor con la intención de institucionalizar plenamente la producción anual de estimaciones del gasto en salud a un nivel más detallado y en consonancia con las normas internacionales. Este compromiso renovado pretende no solo producir resultados precisos y exhaustivos, sino también entregar una documentación detallada o un “manual” sobre las fuentes de datos y las metodologías empleadas. Además, se espera que dicha documentación aumente la transparencia y la legitimidad de los resultados, lo que fomentará una mayor confianza entre las partes interesadas. Además, el hecho de contar con procedimientos estandarizados y directrices claras ayudará a garantizar la continuidad y la sostenibilidad de la producción de cuentas de salud, incluso ante cambios de personal. Al adoptar este enfoque más estructurado y coordinado, el ministerio espera cosechar todos los beneficios de un sistema de contabilidad sanitaria sólido e institucionalizado, lo que en última instancia conducirá a decisiones en materia de políticas sanitarias más fundamentadas y eficaces.
La Secretaría de la OCDE ha estado apoyando al Ministerio de Salud en sus esfuerzos por una mejor institucionalización de las cuentas nacionales de salud en Brasil. Como parte de esta cooperación, la Secretaría de la OCDE ha examinado la metodología actual y propuesta para estimar el gasto en salud (tal y como se describe en el manual brasileño) y ha proporcionado una serie de recomendaciones para que se adapte mejor a los modelos actuales de la OCDE de cara al futuro. Asimismo, evalúa la organización y la estructura de gobernanza del proceso de producción y sugiere formas de reforzar la estrategia de publicación y difusión para generar un mayor impacto en las políticas de los resultados de las cuentas de salud. Esta evaluación y las recomendaciones constituyen el contenido del presente informe. En un informe independiente pero relacionado, la Secretaría de la OCDE examina y resume las mejores prácticas en la institucionalización de las cuentas de salud a partir de la experiencia en más de una decena de países de la OCDE (OECD, 2025[7]).
Las demás partes de este documento están estructuradas de la siguiente manera: El capítulo 2 ofrece una introducción a los conceptos clave de las cuentas de salud y resume los trabajos existentes hasta la fecha en este ámbito en Brasil. En el capítulo 3 se presentan algunas características clave del sistema sanitario brasileño y su entorno de datos sanitarios para poder apreciar plenamente el debate técnico sobre cómo debe calcularse el gasto en salud. En el capítulo 4 se analizan las fuentes de datos propuestas y la metodología prevista para calcular las estimaciones del gasto en salud, tal como se describe en el “manual” del Ministerio de Salud brasileño1. En el capítulo 5 se analizan los datos más recientes sobre el gasto en salud en Brasil (basados en la nueva metodología) y los sitúa en un contexto internacional. En el capítulo 6 se pone de manifiesto el potencial de aplicaciones adicionales para el análisis de las cuentas de salud en Brasil que podrían estudiarse en el futuro, por ejemplo, un desglose regional del gasto en salud. Por último, en el capítulo 7 se describen algunas recomendaciones sobre la manera en la que Brasil debería institucionalizar este trabajo y se habla sobre algunas estrategias de difusión para aumentar la repercusión de las cuentas de salud con el fin de informar la formulación de políticas, basándose en las mejores prácticas de otros países de la OCDE.
Referencias
[6] Brasil. Ministério da Saúde (2022), Contas de saúde na perspectiva da contabilidade internacional : conta SHA para o Brasil, 2015 a 2019, Ipea, https://doi.org/10.38116/978-65-5635-028-8.
[4] IBGE (ed.) (2022), Conta-satélite de saúde : Brasil : 2010-2019, https://biblioteca.ibge.gov.br/visualizacao/livros/liv101928_informativo.pdf.
[5] Ministério da Saúde, Fiocruz (2018), Contas do SUS na perspectiva da contabilidade internacional: Brasil, 2010-2014, Ministério da Saúde; Fiocruz, https://bvsms.saude.gov.br/bvs/publicacoes/contas_SUS_perspectiva_contabilidade_internacional_2010_2014.pdf.
[7] OECD (2025), Buenas prácticas en la institucionalización de las cuentas de salud: Aprendiendo de las experiencias en 13 países de la OCDE, OECD Publishing, Paris, https://doi.org/10.1787/adc5e979-es.
[2] OECD (2024), Fiscal Sustainability of Health Systems: How to Finance More Resilient Health Systems When Money Is Tight?, OECD Publishing, Paris, https://doi.org/10.1787/880f3195-en.
[1] OECD (2024), Latest health spending trends: Navigating beyond the recent crises, OECD Publishing, Paris, https://www.oecd.org/en/publications/latest-health-spending-trends_df0bb1ba-en.html.
[3] OECD/WHO/Eurostat (2011), A System of Health Accounts: 2011 Edition, OECD Publishing, Paris, https://doi.org/10.1787/9789264116016-en.
Nota
Copy link to Nota← 1. La evaluación se ha realizado sobre la base de la versión del manual disponible a finales de enero de 2025. Las modificaciones que hayan podido producirse después de ese momento no se reflejan en la evaluación de la OCDE.