Para generar un impacto en las políticas, las cuentas de salud deberían institucionalizarse plenamente y sus resultados difundirse ampliamente. Este capítulo destaca cómo podría reforzarse la producción de cuentas de salud en Brasil para aprovechar plenamente su potencial. Basándose en las mejores prácticas de los países de la OCDE, analiza cómo podría organizarse la gobernanza de la producción de las cuentas de salud, así como algunos aspectos técnicos para el proceso de producción de las cuentas de salud, con el objetivo de trazar un camino para la plena institucionalización de las cuentas de salud en Brasil. Además, ofrece ejemplos de estrategias de difusión exhaustivas desarrolladas en la OCDE para maximizar el impacto de las cuentas de salud.
Institucionalizando las cuentas de salud en Brasil

7. Fortalecimiento de las cuentas de salud en Brasil: institucionalización, gobernanza e impacto en las políticas
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Las cuentas de salud constituyen un instrumento vital para fundamentar la política sanitaria, pues permiten la toma de decisiones con base empírica, la asignación de recursos y el monitoreo del rendimiento del sistema. Sin embargo, para aprovechar plenamente su potencial, es necesario institucionalizar sistemáticamente su producción y difundir ampliamente sus resultados. En Brasil, partiendo de las iniciativas existentes, se puede seguir avanzando mediante el aprovechamiento de las experiencias de otros países que han reforzado de manera satisfactoria sus cuentas de salud.
Una producción bien establecida de cuentas de salud garantiza la coherencia, la comparabilidad y la sostenibilidad de los análisis. Asimismo, facilita la integración con la elaboración de políticas sanitarias y económicas más amplias. Igualmente importante es la difusión de las cuentas de salud entre los responsables de la formulación de políticas, los investigadores y el público, pues fomenta la transparencia y el debate fundamentado sobre el financiamiento y los gastos en salud.
Basándose en las experiencias de una decena de países de la OCDE, pueden identificarse las mejores prácticas y las lecciones clave para guiar las iniciativas de Brasil orientadas a reforzar sus cuentas de salud (OECD, 2025[1]). Estas percepciones ponen de relieve la importancia de asegurar los mandatos legales e institucionales, fomentar la colaboración entre organismos, invertir en capacidad técnica y desarrollar estrategias de comunicación fáciles de utilizar. Al incorporar estos elementos, Brasil puede mejorar aún más la eficacia de sus cuentas de salud, lo que contribuirá en última instancia a unas políticas sanitarias más eficaces y equitativas.
7.1. Institucionalización: establecimiento de unas bases sólidas
Copy link to 7.1. Institucionalización: establecimiento de unas bases sólidasLa institucionalización adecuada de las cuentas de salud es un paso fundamental para garantizar la producción periódica de datos de alta calidad sobre el gasto y el financiamiento sanitarios. En este contexto, la gestión del proceso de producción, los aspectos técnicos de este y la difusión de los resultados, incluida su utilización para fundamentar la elaboración de políticas, son ámbitos cruciales. Aunque no existe un enfoque universal para institucionalizar las cuentas de salud, las experiencias de los países de la OCDE ponen de relieve algunas buenas prácticas que pueden servir de guía a los países para adaptar sus marcos a sus sistemas de salud, panoramas en materia de datos y estructuras administrativas particulares (OECD, 2025[1]). Para Brasil, el fortalecimiento de los acuerdos institucionales y los mecanismos de gobernanza será clave para garantizar la sostenibilidad, fiabilidad y pertinencia para las políticas de sus cuentas de salud.
7.1.1. Disposiciones institucionales y de gobernanza adecuadas
Un marco de gobernanza correctamente estructurado es esencial para garantizar la credibilidad y la sostenibilidad de las cuentas de salud. Los distintos países han adoptado diversos modelos institucionales, cada uno con sus ventajas e inconvenientes.
Un enfoque consiste en asignar la responsabilidad de la elaboración de las cuentas sanitarias al Ministerio de Salud, con lo que se garantiza que los datos sobre el gasto estén estrechamente vinculados a los debates sobre política sanitaria. Esto puede facilitar respuestas rápidas a las necesidades emergentes en materia de políticas y alinear las cuentas de salud con objetivos estratégicos más amplios. Sin embargo, los ministerios pueden carecer de los conocimientos técnicos, la capacidad analítica financiera o la perspectiva intersectorial necesaria para la elaboración de un análisis exhaustivo.
La principal alternativa es que los países confíen la elaboración de las cuentas de salud a sus Institutos Nacionales de Estadística (INE), que suelen ofrecer grandes conocimientos técnicos, coherencia metodológica y estabilidad institucional a largo plazo. Por otro lado, es posible que los INE no estén tan estrechamente relacionados con los responsables de la formulación de políticas sanitarias, lo que podría limitar el uso directo de las cuentas de salud en la toma de decisiones.
Otra opción es institucionalizar las cuentas de salud dentro de organismos sanitarios independientes o mediante colaboraciones entre varias instituciones en las que participen ministerios de salud, oficinas de estadística e instituciones académicas. Estos modelos híbridos pueden aprovechar los puntos fuertes de diferentes instituciones, de manera que se garantice tanto el rigor técnico como la pertinencia para las políticas. Sin embargo, requieren mecanismos de coordinación bien definidos para evitar la duplicación de esfuerzos y garantizar la rendición de cuentas.
Un factor clave para garantizar la sostenibilidad de las cuentas de salud es un mandato legal o reglamentario para su elaboración. En muchos países, las cuentas de salud son obligatorias por ley, lo que proporciona un marco estable para el financiamiento, la dotación de personal y el acceso a los datos. Un fundamento jurídico o un mandato legal también pueden facilitar la cooperación con los proveedores de datos, como las aseguradoras y los proveedores de asistencia sanitaria. Aunque algunos países mantienen una sólida producción de cuentas de salud sin una legislación formal, un sólido compromiso institucional sigue siendo esencial para lograr unos buenos resultados a largo plazo.
7.1.2. Sistemas de datos sólidos y accesibles
La elaboración de las cuentas de salud depende de la integración de datos procedentes de múltiples fuentes, incluidos los registros de gastos gubernamentales, las reclamaciones de seguros, las encuestas de hogares y los informes del sector privado. El establecimiento y el mantenimiento de relaciones sólidas con los proveedores de datos y las partes interesadas es fundamental para garantizar la exhaustividad, la exactitud y la puntualidad de los datos.
En muchos países, la adquisición de datos se basa en acuerdos informales con los titulares de los datos. Aunque esto puede aportar flexibilidad, la dependencia de la cooperación voluntaria puede dar lugar a incoherencias a lo largo del tiempo. Para mitigar este riesgo, algunos gobiernos han establecido acuerdos formales de intercambio de datos, sobre todo con proveedores sanitarios privados y aseguradoras. Estos acuerdos ayudan a normalizar los informes, mejoran la fiabilidad de los datos y garantizan actualizaciones periódicas.
Una gran cantidad de países de la OCDE también han creado grupos de expertos en cuentas de salud compuestos por especialistas de organismos gubernamentales, del mundo académico y de diversas organizaciones independientes que trabajan en el ámbito de la asistencia sanitaria. Estos grupos proporcionan orientación técnica, asesoran sobre mejoras metodológicas, respaldan la interpretación de los datos y también pueden servir para garantizar la calidad de los resultados de las cuentas de salud. Igualmente importantes, ayudan a generar confianza entre las partes interesadas y garantizan que las cuentas de salud reflejen las realidades del sistema sanitario.
Más allá de su función técnica, los grupos de expertos también pueden contribuir a aumentar la transparencia y la legitimidad facilitando las revisiones por pares y los mecanismos de retroalimentación. Este proceso refuerza la credibilidad de las cuentas de salud, por lo que es más probable que se utilicen en los debates sobre políticas y los debates públicos.
7.1.3. Procesos técnicos claros y capacidad suficiente
El proceso técnico de elaboración de las cuentas de salud varía de un país a otro, condicionado por las diferencias en las estructuras administrativas, la disponibilidad de datos y la cultura institucional. Sin embargo, las mejores prácticas apuntan a varios principios clave que respaldan una producción eficiente y sostenible:
Procedimientos operativos claros: un ciclo de producción bien definido garantiza que la recopilación, la validación, el procesamiento y el análisis de los datos se lleven a cabo de forma sistemática. Un calendario estructurado ayuda a coordinar los esfuerzos de todas las instituciones y evita retrasos en la publicación.
Normalización con flexibilidad: aunque las cuentas de salud deben seguir unas directrices establecidas para ser coherentes, también deben permitir una mejora continua. Los exámenes periódicos para actualizar las fuentes de datos, las clasificaciones y las metodologías son esenciales para aumentar la precisión.
Capacidad e infraestructura adecuadas: un equipo específico con experiencia en economía sanitaria, estadística y ciencia de datos es esencial para producir cuentas de salud de alta calidad. Además, la inversión en sistemas informáticos y herramientas de gestión de datos puede mejorar la eficacia y reducir los errores.
Garantía de calidad sólida: la implementación de controles de validación en cada fase del proceso de producción garantiza la fiabilidad de los datos. Las revisiones por pares, las auditorías externas y las comprobaciones de coherencia automatizadas mejoran aún más la precisión.
Documentación exhaustiva: Registrar las decisiones metodológicas, las fuentes de datos y los métodos de cálculo garantiza la continuidad y la memoria institucional. Esto es especialmente importante para mitigar las interrupciones debidas a la rotación de personal o a cambios organizativos.
En última instancia, el objetivo de la institucionalización de las cuentas de salud es garantizar su uso generalizado en la configuración de la política sanitaria. Aunque los equipos de cuentas de salud pueden tener una influencia directa limitada sobre las decisiones en materia de políticas, el compromiso proactivo con las principales partes interesadas —como funcionarios de los ministerios de salud, parlamentarios, representantes de la sociedad civil, organizaciones de profesionales sanitarios, aseguradoras y proveedores de atención sanitaria— puede mejorar de manera significativa su impacto. Al fomentar el diálogo y la colaboración, estos esfuerzos pueden alentar una mayor asimilación normativa de los datos de las cuentas de salud, lo que generará en última instancia la demanda de análisis más detallados del gasto en salud. Esto, a su vez, refuerza un bucle de retroalimentación positiva, en el que un mayor uso de las cuentas de salud impulsa una mayor inversión en su calidad y relevancia, lo que a su vez refuerza su papel como instrumento vital para la toma de decisiones con base empírica en la atención sanitaria.
7.1.4. El camino que debe seguir Brasil: institucionalización de las cuentas de salud
Con la elaboración de su manual de cuentas de salud y las últimas estimaciones del gasto en salud para el año 2022, Brasil ha realizado notables progresos en el desarrollo de las cuentas de salud. Basándose en la experiencia del último decenio y en la iniciativa renovada, Brasil se encuentra en una posición favorable para institucionalizar plenamente la elaboración de cuentas de salud. Los acontecimientos clave apuntan a un gran potencial de éxito, a medida que el país avanza hacia un enfoque más estructurado y sostenible.
Un signo alentador es el gran apoyo de los responsables de la formulación de políticas de alto nivel dentro del Gobierno brasileño para producir y utilizar estos datos de forma periódica. Un taller sobre cuentas de salud celebrado en junio de 2024 e inaugurado por el Secretario de Ciencia, Tecnología e Innovación del Ministerio de Salud junto con el Presidente del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), el Presidente de la Empresa Brasileña de Servicios Hospitalarios (EBERSH) y una presentación de alto nivel de la Agencia Nacional de Salud Suplementaria (ANS) y de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) demostró el claro compromiso del sector público con la iniciativa. En el evento se reunió un grupo diverso de partes interesadas, incluidos representantes de los estados, los municipios, la agencia de seguros de salud privados, varios ministerios federales y el mundo académico, lo que indica un interés amplio y comprometido por reforzar las cuentas de salud y una base sólida para su institucionalización.
El nuevo equipo brasileño de cuentas de salud, compuesto por miembros de diferentes instituciones, aporta al proyecto conocimientos complementarios. Dirigido por gestores de proyectos del Departamento de Economía y Desarrollo de la Salud (DESID) del Ministerio de Salud, también incluye a expertos de la Agencia Nacional de Salud Suplementaria (ANS)1 y del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). El acuerdo prevé que cada organismo dirija las estimaciones de uno o varios esquemas de financiamiento clave específicos, mientras que el Ministerio de Salud se centra en el SUS y otros gastos públicos (HF1), la ANS en el seguro de salud voluntario (HF21) y el IBGE en el gasto directo (HF3), asumiendo también el Ministerio de Salud la función de coordinación. Este tipo de acuerdo es algo inusual en comparación con los países de la OCDE, donde la producción de las cuentas de salud se concentra generalmente en un solo organismo. Sin embargo, no es diferente de la situación en Corea, donde varios organismos de salud y seguros, bajo la dirección de un profesor universitario, elaboran colectivamente cuentas de salud cada año. En un acuerdo de este tipo, la cooperación entre los diferentes organismos debería formalizarse para garantizar que cada actor tenga responsabilidades claras y definidas.
Muchos países de la OCDE que han institucionalizado de manera satisfactoria las cuentas de salud han establecido grupos de expertos para respaldar al equipo de cuentas de salud tanto en los procesos de producción como de difusión. Estos grupos de expertos se consideran una buena práctica, ya que proporcionan un valioso asesoramiento sobre cuestiones metodológicas y estadísticas relacionadas con las estimaciones del gasto en salud, así como sobre las implicaciones en materia de políticas de los resultados. A menudo se les consulta antes de la publicación de nuevos datos, lo que sirve como una capa adicional de “garantía de calidad”. La composición de estos grupos varía, ya que los expertos proceden de diversos ámbitos del sistema sanitario.
En Francia, por ejemplo, el grupo consultivo incluye a más de 50 expertos de varios ministerios, organismos sanitarios, asociaciones profesionales, sindicatos, grupos de pacientes y el mundo académico.
El Canadá cuenta con dos órganos de expertos distintos: un grupo técnico, formado por expertos en estadística y datos de organismos federales y provinciales, y un grupo político que se centra en interpretar los resultados de las cuentas de salud en el contexto más amplio de la política sanitaria, asesorar sobre estrategias de difusión y sugerir futuros ámbitos de interés.
Brasil debería considerar la creación formal de un grupo consultivo de este tipo, aprovechando el éxito del taller celebrado en junio de 2024, que reunió a más de 80 expertos de diversas partes interesadas, así como las asociaciones ya establecidas. Al formar dicho grupo, sería beneficioso garantizar la inclusión de las principales partes interesadas para fomentar un enfoque global e inclusivo. Podría incluir a representantes de los estados y los municipios (a través de la CONASS y el CONASEMS), de otros ministerios federales como el de Hacienda, de los proveedores de servicios sanitarios, de los profesionales de la salud, así como de los investigadores y los institutos de investigación. El objetivo principal del grupo debe ser mejorar la calidad de las cuentas de salud, pero también garantizar que los resultados se sitúen en el contexto más amplio del sistema sanitario brasileño. De este modo, el grupo no solo aportaría una experiencia crucial, sino que también añadiría legitimidad a esta nueva área de trabajo, con lo que se reforzaría su importancia para el desarrollo de políticas.
En muchos países de la OCDE existe un mandato legal para elaborar de forma periódica cuentas de salud. Este es el caso de los Estados miembros de la Unión Europea en los que existe un mandato basado en la legislación europea. Pero incluso sin una legislación supranacional de este tipo, algunos países integran su producción en la legislación nacional. En algunos otros países, como Australia o el Canadá, no existe un texto legal explícito que exija la elaboración anual de las cuentas de salud, pero puede derivarse implícitamente un mandato a través de la declaración de objetivos de los organismos responsables de la elaboración de las cuentas de salud. Por lo tanto, aunque no es un requisito previo, un mandato legal para producir cuentas de salud puede contribuir a la institucionalización satisfactoria de las cuentas de salud. Por supuesto, este mandato debe ir acompañado de los compromisos financieros y las decisiones de personal necesarios a medio y largo plazo para garantizar el mantenimiento permanente de un equipo específico para las cuentas de salud.
Por último, una lección extraída de las anteriores implementaciones piloto de las cuentas de salud en Brasil es que la metodología con la que se establecen las cuentas de salud, las fuentes de datos utilizadas y las técnicas de estimación aplicadas deben estar minuciosamente documentadas. Hasta ahora, esto no era así y es uno de los retos para pasar de una implementación piloto a una institucionalización en toda regla. La mayoría de los países de la OCDE con un largo historial de elaboración de cuentas de salud tienen establecidos procesos para los distintos pasos de elaboración. Normalmente, estas se documentan en varios archivos, y el nuevo personal puede adquirir rápidamente los conocimientos necesarios para garantizar una producción óptima de cuentas de salud. Sin embargo, en muchos países de la OCDE ha habido cierta continuidad en los miembros clave de los equipos de cuentas de salud. Con la participación en el trabajo de las cuentas de salud, Brasil ha hecho de la documentación exhaustiva del proceso de producción una prioridad, y —junto con la producción de nuevas estimaciones del gasto sanitario— el equipo de cuentas de salud ha redactado un manual interno que debería permitir al nuevo personal comprender rápidamente los conceptos clave de las cuentas de salud, las clasificaciones y categorías, las fuentes de datos disponibles y las técnicas de estimación. Esto es digno de elogio. Aunque Costa Rica se dedica actualmente a una actividad similar, la mayoría de los países de la OCDE no disponen de un “inventario centralizado” de este tipo, sino que se basan en varios documentos o archivos diferentes. Sin embargo, de acuerdo con las mejores prácticas, Brasil también se plantea publicar un documento metodológico que acompañe la publicación de nuevos datos. Esto añade legitimidad a los datos y también puede servir como instrumento para mejorar potencialmente la calidad en el futuro. México, por ejemplo, publica anualmente un exhaustivo informe sobre la calidad de las cuentas de salud, al utilizar también un sistema de semáforo para puntuar sus fuentes de datos (y proveedores de datos) en función de indicadores como la puntualidad, la exhaustividad, la coherencia con las clasificaciones y la validez de los datos (Gobierno de México, 2025[2]).
7.2. Difusión: maximización del impacto
Copy link to 7.2. Difusión: maximización del impactoEl examen de la OCDE (OECD, 2025[1]) señala el desarrollo de estrategias de difusión para maximizar el impacto de las cuentas de salud y su uso normativo, como un componente clave del éxito de la institucionalización. Las mejores prácticas sugieren producir un conjunto de productos para diferentes usuarios con el fin de maximizar el alcance y el impacto. Esto debería abarcar desde comunicados de prensa y tablas de datos que los acompañen para concienciar y comunicar resultados de alto nivel a un público amplio hasta análisis más profundos, que sitúen el gasto sanitario en un contexto normativo más amplio para llegar a públicos expertos, incluidos los ministerios de salud y los responsables de la toma de decisiones. Resulta obvio que, para poder realizar aportaciones a los debates en materia de políticas, la naturaleza de estos análisis debe centrarse en temas de gran pertinencia para el país. La organización de eventos de alto nivel para la publicación y el debate sobre los resultados de las cuentas de salud ha demostrado ser un instrumento eficaz para aumentar la concienciación y la pertinencia de los resultados de las cuentas de salud.
Brasil ha publicado los resultados de sus cuentas de salud anteriormente (Ministério da Saúde, Fiocruz, 2018[3]; Brasil. Ministério da Saúde, 2022[4]), pero estas publicaciones no parecen haber tenido el efecto deseado de dar a conocer los datos a las principales partes interesadas (así como al público en general), lo que a la larga conduciría a un mayor uso normativo. Estas publicaciones describían los primeros resultados en la asignación del gasto del SUS para los años 2010 a 2014 (Ministério da Saúde, Fiocruz, 2018[3]) y luego se ampliaron al gasto global en salud para los años 2015 a 2019 (Brasil. Ministério da Saúde, 2022[4]) basándose en las normas contables del SCS 2011. Sin embargo, se prestó menos atención a la discusión de estos resultados en el contexto de un debate en materia de políticas sanitarias en curso en Brasil y a la aportación de una perspectiva internacional.
En este sentido, Brasil podría aprender de las estrategias de difusión de varios países de la OCDE. Francia, por ejemplo, ha desarrollado una estrategia de difusión muy elaborada para maximizar el impacto de las cuentas de salud en el país (Cuadro 7.1). Combina la publicación anual de un importante informe en el que las últimas tendencias del gasto en salud se sitúan en un contexto más amplio de política sanitaria con debates de alto nivel sobre las cuestiones normativas en curso. El momento de la publicación está estrechamente alineado con el ciclo presupuestario para tener el máximo impacto en materia de políticas justo antes del inicio del debate parlamentario del presupuesto sanitario. Por último, la publicación de las cuentas de salud se presenta y debate en una reunión anual de la comisión de cuentas de salud (un grupo compuesto por más de 50 expertos en financiamiento sanitario), normalmente en presencia del ministro responsable de salud, lo que añade cierto peso a la percepción de la importancia de este trabajo a ojos de la opinión pública.
Para difundir el conocimiento de las cuentas de salud en la comunidad académica, así como para obtener una legitimidad adicional de los datos y las metodologías aplicadas, los expertos en cuentas de salud de Corea y los Estados Unidos publican periódicamente los resultados y análisis de las cuentas de salud en revistas científicas revisadas por pares (Jeong, 2011[5]; Martin et al., 2025[6]).
Varios países, entre ellos Australia y el Canadá, han desarrollado una serie de productos para difundir los resultados de las cuentas de salud dirigidos a diferentes usuarios. Estos van desde infografías y publicaciones en las redes sociales con mensajes clave hasta análisis detallados para un público de expertos en datos o políticas de salud.
Cuadro 7.1. Presentación anual de las Comptes de la santé en Francia
Copy link to Cuadro 7.1. Presentación anual de las <em>Comptes de la santé</em> en FranciaLa Direction de la Recherche, des Études, de l’Évaluation et des Statistiques (DREES) del Ministerio de Salud de Francia se encarga desde hace tiempo de la producción de las cuentas de salud. Los datos sobre el gasto más recientes, que incluyen una serie temporal revisada, suelen publicarse en septiembre del año siguiente, junto con un análisis muy minucioso de los datos sobre el gasto en salud e información que los contextualiza en los importantes debates en curso sobre políticas. La edición de 2024 de la publicación de las cuentas de salud francesas tuvo cerca de 300 páginas (DREES, 2024[7]).
El momento en que se publican es importante, y no solo depende de la disponibilidad de datos, sino que se elige para que tenga un impacto tangible en los debates sobre la política sanitaria. Concretamente, a finales de septiembre es cuando se aprueba en el Consejo de Ministros el Proyecto de Ley de Financiamiento de la Seguridad Social (Projet de loi de financement de la sécurité sociale (PLFSS)) para el año siguiente, antes de debatirlo en el Parlamento. El informe anual sobre las Comptes de la Santé se basa fundamentalmente en la versión francesa de las cuentas de salud nacionales e incluye un análisis detallado de las tendencias de cada servicio sanitario y acuerdo de financiamiento (tanto en precios actuales como constantes). También incluye una comparación fundamental del gasto francés en salud en un contexto internacional, para la cual se utiliza el marco del SCS de 2011 (la diferencia entre las cuentas de salud nacionales francesas y los datos del SCS de Francia también se explican con detalle en el informe). Asimismo, en los anexos del informe se proporciona algo de información metodológica en relación con los cálculos del gasto sanitario. Por último, la publicación siempre incluye algún análisis de salud pertinente y complementario que va más allá del gasto en salud. En la edición de 2024, por ejemplo, el análisis exploró las implicaciones de una reforma de las políticas para reducir los copagos de productos médicos concretos y la evolución de la compensación por licencia de enfermedad.
La publicación se sube al sitio web del Ministerio de Salud coincidiendo con la reunión anual de la Comisión de Cuentas de la Salud (Commission des comptes de la santé), un evento de medio día que suele inaugurar el ministro y al que normalmente asisten miembros de la comisión y expertos invitados (entre 50 y 80 personas, aproximadamente). Además de presentar y analizar las conclusiones de los datos de las últimas cuentas de salud, la orden del día incluye puntos complementarios sobre temas oportunos de la política sanitaria (por ejemplo, atención odontológica, salud mental, atención de largo plazo). La OCDE acude regularmente a las reuniones anuales de la Comisión, donde aporta una perspectiva internacional en relación con algunos de los resultados y asuntos debatidos.
7.2.1. Las cuentas de salud de Brasil: lecciones clave para el éxito
En resumen, Brasil tiene una valiosa oportunidad de inspirarse en los países de la OCDE y dar pasos decisivos para institucionalizar plenamente la producción de cuentas de salud y desarrollar una estrategia de difusión exhaustiva. Esto incluye el establecimiento de una sólida base jurídica y financiera para la elaboración periódica de cuentas de salud de alta calidad que respondan a las necesidades y prioridades nacionales. El objetivo debe ser producir cuentas anuales de salud oportunas y pertinentes, dotadas de recursos sostenibles e integradas de manera sistemática en la infraestructura de información sanitaria de Brasil. Afortunadamente, Brasil no parte de cero: puede basarse en el trabajo existente y aprovechar sus asociaciones establecidas con las principales partes interesadas. Un paso crucial que queda por dar es formalizar el proceso mediante un mandato legal, que garantice la continuidad y la capacidad a largo plazo. Además, la elaboración de un manual nacional sobre la metodología utilizada en Brasil es un recurso valioso que puede respaldar la coherencia y facilitar la transición durante los cambios de personal o de funciones institucionales.
De cara al futuro, Brasil también debería explorar el desarrollo de un desglose regional del gasto en salud. Esto aumentaría enormemente el poder analítico y pertinencia para las políticas de las cuentas de salud. Los grandes países de la OCDE, como Australia, el Canadá y los Estados Unidos, han demostrado el valor de las comparaciones subnacionales para fundamentar las políticas y abordar las disparidades regionales. En el caso de Brasil, donde las disparidades socioeconómicas y sanitarias entre regiones son aún más pronunciadas, las cuentas regionales de salud podrían desempeñar un papel esencial a la hora de orientar decisiones más equitativas en materia de políticas. Cabe destacar que otros países latinoamericanos como Chile y México también han tomado medidas para publicar datos regionales sobre el gasto en salud, lo que proporciona modelos útiles a tener en cuenta por Brasil.
Por último, para aprovechar plenamente el potencial de las cuentas de salud, Brasil debería desarrollar una estrategia de difusión coherente que vincule la publicación de nuevos datos con un análisis oportuno de las políticas. La alineación de los resultados de los datos con las prioridades de la política sanitaria nacional —y presentarlos a través de debates de alto nivel en materia de políticas dirigidos por altos funcionarios sanitarios— puede elevar la visibilidad y el impacto de las cuentas de salud. Un enfoque de difusión correctamente elaborado es esencial no solo para concienciar, sino también para demostrar la utilidad práctica de los datos, fomentando así una demanda sostenida y el compromiso en materia de políticas. Para ser realmente eficaces, las cuentas de salud deben diseñarse y comunicarse de forma que guardan relación con el panorama específico de las políticas de Brasil y en los intereses de las partes interesadas.
Referencias
[4] Brasil. Ministério da Saúde (2022), Contas de saúde na perspectiva da contabilidade internacional : conta SHA para o Brasil, 2015 a 2019, Ipea, https://doi.org/10.38116/978-65-5635-028-8.
[7] DREES (2024), Les dépenses de santé en 2023 - Résultats des comptes de la santé, Direction de la recherche, des études, de l’évaluation et des statistiques, https://drees.solidarites-sante.gouv.fr/sites/default/files/2024-11/CNS24.pdf.
[2] Gobierno de México (2025), SICUENTAS - Gasto Público en Salud, http://www.dgis.salud.gob.mx/contenidos/basesdedatos/da_sicuentas_gobmx.html.
[5] Jeong, H. (2011), “Korea’s National Health Insurance—Lessons From The Past Three Decades”, Health Affairs, Vol. 30/1, pp. 136-144, https://doi.org/10.1377/hlthaff.2008.0816.
[6] Martin, A. et al. (2025), “National Health Expenditures In 2023: Faster Growth As Insurance Coverage And Utilization Increased”, Health Affairs, Vol. 44/1, https://doi.org/10.1377/hlthaff.2024.01375.
[3] Ministério da Saúde, Fiocruz (2018), Contas do SUS na perspectiva da contabilidade internacional: Brasil, 2010-2014, Ministério da Saúde; Fiocruz, https://bvsms.saude.gov.br/bvs/publicacoes/contas_SUS_perspectiva_contabilidade_internacional_2010_2014.pdf.
[1] OECD (2025), Buenas prácticas en la institucionalización de las cuentas de salud: Aprendiendo de las experiencias en 13 países de la OCDE, OECD Publishing, Paris, https://doi.org/10.1787/adc5e979-es.
Nota
Copy link to Nota← 1. La ANS también es un organismo federal.