El nuevo enfoque para institucionalizar las cuentas de salud en Brasil se centra en la identificación exhaustiva del gasto por esquemas de financiamiento y servicios sanitarios. En este capítulo se analiza cómo podría ampliarse con el tiempo este alcance para liberar todo el potencial de las cuentas de salud de manera que se fundamente la toma de decisiones con base empírica en el ámbito de la salud. Entre los ámbitos en los que sería posible una ampliación de este tipo se incluyen la asignación del gasto en salud a los proveedores de servicios sanitarios, la identificación de las fuentes de ingresos de los distintos sistemas de financiamiento y el desglose del gasto en salud por regiones o estados. Además, varios países de la OCDE también asignan el gasto en salud en función de las características de los beneficiarios, como la edad, el sexo o las enfermedades.
Institucionalizando las cuentas de salud en Brasil

6. Ampliación del alcance: posibles ampliaciones de las cuentas de salud en Brasil
Copy link to 6. Ampliación del alcance: posibles ampliaciones de las cuentas de salud en BrasilResumen
Los dos informes elaborados en el último decenio, junto con esta renovada iniciativa de cuentas de salud, deberían servir de base sólida para la elaboración y comunicación periódica de datos sobre el gasto en salud en Brasil de acuerdo con las normas internacionales. Como se describe en el capítulo 2, Un Sistema de Cuentas de Salud 2011 proporciona un conjunto de instrumentos flexibles para producir una serie de datos sobre el gasto sanitario que respondan principalmente a las necesidades de información de un país, además de satisfacer cualquier solicitud internacional de presentación de informes.
Más allá del nivel actual de presentación de informes de Brasil (como se indica en el capítulo 5), un próximo paso importante puede ser ampliar el alcance de la implementación del SCS para incorporar dimensiones adicionales de análisis. Esto mejoraría la aplicabilidad y la pertinencia para las políticas de las cuentas de salud para ajustarse mejor a las prioridades de la política sanitaria de Brasil. Mientras que algunas ampliaciones pueden ser factibles a corto plazo, otras requerirán un compromiso a más largo plazo. Este capítulo pretende servir como aportación para elaborar una hoja de ruta para futuros avances.
6.1. ¿Quién entrega qué? Asignación del gasto en salud a los proveedores
Copy link to 6.1. ¿Quién entrega qué? Asignación del gasto en salud a los proveedoresPara obtener una comprensión más completa de cómo se asignan los recursos en el sector sanitario, Brasil debería investigar cómo ampliar la presentación de informes para incluir el gasto en salud por proveedor de servicios sanitarios (HP) en el marco básico del SCS (como se expone en el capítulo 2). Casi todos los países de la OCDE, incluidos Chile, Costa Rica y México, ofrecen un desglose del gasto en salud por proveedor. Un desglose del gasto por proveedor (HP) clasificado de forma cruzada con los esquemas de financiamiento (HF) y las funciones sanitarias (HC) permite un análisis más matizado del gasto sanitario. Analizar el gasto en salud por tipo de servicio en combinación con los proveedores sanitarios resulta especialmente útil para comprender las diferencias en la organización del servicio sanitario entre países. En el Gráfico 6.1 se muestra que en algunos países, como Bulgaria, Alemania y Grecia, los hospitales tienden a ser monofuncionales y se centran casi exclusivamente en la prestación de servicios de atención hospitalaria (lo que representa alrededor del 90 % del gasto total en hospitales). En otros países, como Finlandia, Portugal o Chile, los hospitales también pueden desempeñar un papel importante en la prestación de servicios ambulatorios y de atención diurna. La asignación del gasto en salud por tipo de servicio a los proveedores sanitarios es también un requisito previo para una estimación adecuada del gasto en atención primaria, donde las metodologías de la OCDE se basan en la información incluida en la tabla HCxHP de las presentaciones de datos anuales (OECD, 2018[1]).
La incorporación de la dimensión del proveedor a las cuentas de salud de Brasil debe considerarse como un paso natural, ya que gran parte de la infraestructura de datos existente ya está estrechamente vinculada a los tipos de centros sanitarios. Brasil ya ha realizado progresos significativos en este ámbito: en el marco del segundo informe sobre las cuentas de salud, se logró clasificar el gasto del SUS por proveedor (Brasil. Ministério da Saúde, 2022[2]). El consolidado Registro Nacional de Establecimientos Sanitarios (CNES) y el requisito de que las fuentes de datos clave del SUS (por ejemplo, el SIA y el SIH) incluyan identificadores del CNES crean una base sólida para integrar sistemáticamente la información a nivel de proveedor. Teniendo esto en cuenta, la asignación del gasto del SUS por tipo de proveedor parece muy factible. En el caso de otros esquemas de financiamiento público (como el gasto de otros ministerios federales o gobiernos subnacionales), así como los seguros privados y el gasto directos, la asignación directa por tipo de proveedor es menos sencilla. En este caso, se podría buscar un primer intento para determinar y estimar los prestadores vinculados a ANS, basado en evaluaciones de plausibilidad en los casos en los que aún no se hayan establecido vínculos directos.
Al igual que otros países, Brasil utiliza una clasificación de proveedores sanitarios que refleja las particularidades nacionales y responde a la estructura del sistema sanitario brasileño, además de reflejar las variaciones regionales. La clasificación nacional de proveedores sanitarios de Brasil, que incluye 45 categorías del CNES, sirve como instrumento crucial para organizar los datos de gasto en salud. Sin embargo, para garantizar la comparabilidad internacional, esta clasificación debe corresponderse con el marco ICHA-HP utilizado en el Sistema de Cuentas de Salud 2011. Ya se ha desarrollado una determinación inicial entre las 45 categorías del CNES, una clasificación brasileña de proveedores sanitarios (véase Tabla 6.1) y la clasificación ICHA-HP (Brasil. Ministério da Saúde, 2022[2]), lo que proporciona una base para integrar los datos de Brasil en los análisis del gasto mundial en salud. No obstante, es necesario un mayor perfeccionamiento para mejorar la coherencia y la precisión, sobre todo en el caso de los proveedores con múltiples funciones, como los hospitales que prestan atención tanto hospitalaria como ambulatoria. Una alineación más precisa entre las clasificaciones nacionales e internacionales no solo mejorará la fiabilidad de las comparaciones entre países, sino que también reforzará la capacidad de Brasil para analizar los patrones de gasto en salud de forma que se alineen con las mejores prácticas mundiales.
Gráfico 6.1. La combinación de los datos de gasto en salud por tipo de servicio y proveedor puede proporcionar información útil sobre la organización de la asistencia sanitaria
Copy link to Gráfico 6.1. La combinación de los datos de gasto en salud por tipo de servicio y proveedor puede proporcionar información útil sobre la organización de la asistencia sanitariaGasto hospitalario por tipo de servicio, 2022 (o año más próximo)

Nota: La categoría “Otros” incluye la actividad de atención preventiva; productos farmacéuticos si se dispensan a pacientes ambulatorios; y servicios desconocidos. 1. Incluye servicios auxiliares.
Fuente: OECD (2023[3]), Health at a Glance 2023: OECD Indicators, https://doi.org/10.1787/7a7afb35-en.
Tabla 6.1. Una clasificación brasileña de los proveedores de servicios sanitarios podría servir de punto de partida
Copy link to Tabla 6.1. Una clasificación brasileña de los proveedores de servicios sanitarios podría servir de punto de partida
Código |
Descripción |
---|---|
01 |
Hospital |
02 |
Unidad de atención domiciliaria |
03 |
Unidad de teleservicio |
04 |
Oficina aislada |
05 |
Unidad de atención especializada (psicosocial) |
06 |
Unidad de atención primaria |
07 |
Unidad ambulatoria de urgencias y emergencias |
08 |
Clínica ambulatoria especializada |
09 |
Unidad móvil |
10 |
Laboratorio y centro de diagnóstico |
11 |
Farmacias |
12 |
Unidad de gestión y apoyo logístico |
13 |
Unidad de vigilancia y prevención sanitarias |
Fuente: Brasil. Ministério da Saúde (2022[2]), Contas de saúde na perspectiva da contabilidade internacional: conta SHA para o Brasil, 2015 a 2019, https://doi.org/10.38116/978-65-5635-028-8.
6.2. Ingresos: Completar el cuadro del financiamiento sanitario en Brasil
Copy link to 6.2. Ingresos: Completar el cuadro del financiamiento sanitario en BrasilComo se ha visto en los capítulos anteriores, la estructura del financiamiento sanitario en Brasil es especialmente compleja. En las estimaciones basadas en la metodología perfeccionada, los datos sobre el financiamiento sanitario se presentan exclusivamente a través de la perspectiva de los esquemas de financiamiento (HF), es decir, refiriéndose a los acuerdos a través de los cuales las personas obtienen los servicios sanitarios. Sin embargo, para obtener una comprensión más completa de cómo funciona el financiamiento sanitario en un país, esta visión debe complementarse con la identificación de los agentes de financiamiento (FA) que implementan los distintos planes de financiamiento y los ingresos de los planes de financiamiento (FS). Como se indica en el manual metodológico de las cuentas de salud de Brasil, “la identificación de las fuentes de ingresos y de los agentes de financiamiento se realiza solo de forma descriptiva, sin discutir el método de cálculo de los ingresos vinculados a cada tipo de ingresos y a cada agente de financiamiento”. El manual subraya a continuación que se considera un ámbito en el que hay que seguir investigando.
Un aspecto clave del financiamiento del sistema sanitario gira en torno a las funciones de los distintos agentes financieros en la transferencia de fondos a través del sistema. En Brasil, entre los agentes financieros se encuentran el Ministerio de Salud, el Fondo Nacional de Salud, las secretarías de salud estatales y municipales y las operadoras privadas de planes de salud, entre otros. La comprensión de las interacciones entre estos diferentes agentes y la determinación de los flujos entre ellos, desde las fuentes hasta los usos, contribuirá en última instancia a una mejor comprensión del panorama financiero dentro del sistema sanitario.
Para lograrlo, es necesario desarrollar una agenda de investigación exhaustiva centrada en los esquemas de financiamiento (ICHA-FS) y los agentes de financiamiento (ICHA-FA). Dicha agenda debería tener como objetivo proporcionar estimaciones más precisas y profundas relacionadas con estos mecanismos de financiamiento.
En el conjunto de la OCDE, casi tres de cada cuatro países pueden identificar correctamente los ingresos de todos los esquemas de financiamiento, una capacidad que también comparten todos los países miembros de la OCDE en América Latina. Aunque la asignación de los agentes de financiamiento a las categorías apropiadas puede presentar desafíos, la identificación de los ingresos de estos sistemas de financiamiento debería ser una tarea relativamente sencilla para Brasil. En este sentido, Brasil comparte similitudes con varios países de la OCDE que tienen sistemas de financiamiento similares al servicio nacional de salud (SNS) con un mercado de seguros privados duplicado, entre ellos el Reino Unido, Australia y Nueva Zelandia.
El primer paso para identificar de manera eficaz los ingresos (FS) es la categorización precisa de los esquemas de financiamiento (HF). De manera convencional, ciertos ingresos están vinculados a categorías específicas de esquemas de financiamiento, lo que significa que una identificación precisa de estos esquemas es fundamental para determinar correctamente las fuentes de ingresos. Este paso fundacional garantizará un marco sólido para comprender y presentar informes sobre el sistema de financiamiento sanitario de Brasil de forma exhaustiva e internacionalmente comparable.
Según la comprensión actual de la estructura de financiamiento sanitario en Brasil, los tipos de ingresos (ICHA-FS) de cada régimen de financiamiento ya están descritos en el manual de cuentas de salud de Brasil. A partir de ahí, el SUS (HF111) se financia predominante o exclusivamente mediante transferencias internas (FS1). Lo mismo debería ocurrir con el esquema de funcionarios que no exige el pago de contribuciones a los beneficiarios. El esquema del personal militar y de las fuerzas del orden, considerado como esquema de seguridad social (HF121) se financia mediante contribuciones sociales (FS3) ―ya sea por parte de los empleadores o de los empleados― y eventualmente mediante transferencias a favor de grupos específicos (FS1). El seguro de salud privado voluntario (HF21), que desempeña un papel importante en Brasil y suele adoptar la forma de seguro duplicado, se financia generalmente mediante contribuciones voluntarias (FS5), ya sea por parte de los empleadores o de los hogares/empleados privados. Sin embargo, las rebajas fiscales para las primas de los seguros privados no son insignificantes. Deben restarse de las contribuciones voluntarias y reasignarse a subvenciones (FS13), en caso de que sean transacciones mensurables y puedan encontrarse en los presupuestos públicos1. Por convención, los pagos directos (HF3) deben asignarse a otros ingresos procedentes de los hogares (FS61). Las deducciones fiscales del gasto directo que puedan reclamarse al erario público deberán deducirse antes del nivel del esquema de financiamiento (del HF3 al HF11). En general, basándose en esta hoja de ruta, la identificación de todos los ingresos de los planes de financiamiento debería ser factible.
Dado que la importante división entre financiamiento público y privado de la salud se realiza generalmente basándose en la clasificación de los ingresos y no en la de los esquemas de financiamiento, la implementación de esta dimensión adicional del SCS es tanto más importante para las comparaciones internacionales. Esto es especialmente cierto en el caso de Brasil, donde las importantes subvenciones gubernamentales a la contratación de seguros de salud privados voluntarios pasarían desapercibidas. Si el análisis se limita a los planes de financiamiento, se subestimaría el papel del gasto público. Desde una perspectiva de políticas, no pondría de relieve los posibles problemas de equidad asociados al apoyo gubernamental a la adopción de seguros de salud privados, que se concentra en los grupos de población más acomodados de Brasil (Montoya Diaz et al., 2020[4]).
Además, a efectos nacionales, Brasil podría mostrar cómo los ingresos del SUS, pero también los gastos (asignados colectivamente al HF111), podrían subdividirse en el gobierno federal, los gobiernos de los estados y los municipios. Las descripciones de las distintas fuentes de datos ―SIAFI/SIOPS en el caso del SUS, los portales de transparencia de los planes de salud de los empleados estatales, o DIOPS/ANS en el caso de los planes de salud privados― indican la disponibilidad de información para estimar los ingresos detallados de los distintos esquemas de financiamiento en Brasil. Esto podría ser un instrumento poderoso e informar los debates en materia de políticas sobre, por ejemplo, si los distintos niveles de gobierno financian las partes respectivas según lo establecido en la constitución. Otros países de la OCDE que comparten algunas similitudes con el sistema sanitario brasileño también están interesados en el papel de los distintos niveles de gobierno tanto en la generación de ingresos como en el gasto. En el Canadá, por ejemplo, el gasto en salud del sector público puede distinguirse entre el gasto de los gobiernos provinciales/territoriales, el gasto directo federal en salud, el gasto de los gobiernos municipales en salud y el gasto de los fondos de la seguridad social (CIHI, 2024[5]). Este análisis también se puede elaborar para cada provincia canadiense, lo que permite comparar la implicación federal en el gasto público en salud por provincias.
6.3. Seguimiento de las inversiones en el sector sanitario para un futuro resiliente
Copy link to 6.3. Seguimiento de las inversiones en el sector sanitario para un futuro resilienteEl monitoreo de las inversiones financieras en el sector sanitario es crucial para los responsables de la formulación de políticas que pretenden evaluar la capacidad física de los sistemas sanitarios ahora y en el futuro. La asignación de recursos a nuevas instalaciones sanitarias, equipos de diagnóstico y terapéuticos, y tecnologías de la información y la comunicación (TIC) desempeña un papel vital en el fortalecimiento de la capacidad de un sistema sanitario para satisfacer las crecientes y cambiantes necesidades sanitarias de la población, así como para ser resiliente frente a perturbaciones repentinas.
Para facilitarlo, la recopilación de datos del cuestionario conjunto de cuentas de salud (CCCS) incluye una tabla específica sobre “Formación bruta de capital fijo”2 para cada categoría de proveedores sanitarios. Aquí se recogen las inversiones en infraestructuras (por ejemplo, la construcción de centros de atención sanitaria primaria), maquinaria y equipamiento (por ejemplo, camas de hospital y escáneres de resonancia magnética) y propiedad intelectual (por ejemplo, el desarrollo de bases de datos sanitarias digitales y plataformas de telemedicina).
En los países de la OCDE, la formación bruta de capital fijo en el sector sanitario suele representar aproximadamente el 0,6 % del PIB, una cifra significativamente inferior al gasto en salud actual, que representa alrededor del 9 % del PIB (OECD, 2023[3]). En algunos casos, los contables sanitarios pueden disponer de algunas fuentes de datos específicas del sector sanitario a las que recurrir y deberían alinearse hasta cierto punto con los datos que pueden encontrarse sobre la formación bruta de capital fijo en las cuentas nacionales anuales, incluso si es necesario realizar algún ajuste para ajustarse más a los límites del SCS de los proveedores sanitarios.
En Brasil, se informó de inversiones en el sector sanitario por parte de entidades públicas y privadas como parte de la segunda implementación piloto. Según los metadatos que acompañan a la presentación de datos del CCCS brasileño para 2021, las fuentes de datos clave del IBGE incluían:
Pesquisa Industrial Anual (Encuesta Industrial Anual), que engloba la inversión en los sectores industriales, incluidos los equipos y las infraestructuras médicos.
Pesquisa Anual da Construção Civil (Encuesta Anual de la Construcción), que abarca las inversiones en proyectos de infraestructuras, incluidas las instalaciones sanitarias.
Además, se indica que el SIAFI incluye información sobre la ejecución presupuestaria para infraestructuras, equipamiento médico y proyectos de capital en el sector sanitario, mientras que el SIOPS proporciona información tanto sobre los gastos recurrentes como sobre las inversiones de capital a un nivel más localizado.
La comprensión e integración de estas diversas fuentes podría ayudar a los responsables de la formulación de políticas a desarrollar una imagen más clara de las tendencias de la inversión de capital en el sector sanitario. En última instancia, esto puede garantizar que los recursos se asignen estratégicamente para mejorar la infraestructura y los servicios sanitarios. A medida que crece la demanda de sistemas sanitarios más resilientes, el fortalecimiento de los mecanismos de seguimiento de las inversiones será clave para mejorar la capacidad y la capacidad de respuesta tanto en escenarios rutinarios como de crisis.
6.4. Análisis de las variaciones regionales del gasto en salud en Brasil
Copy link to 6.4. Análisis de las variaciones regionales del gasto en salud en BrasilOtra ampliación que podría ser de gran interés para Brasil es la generación de un desglose del gasto en salud por estados, o incluso municipios. Un buen número de países de la OCDE han implementado sus cuentas de salud de forma que esta información se calcule periódicamente, por ejemplo Australia, el Canadá, España, Suiza o los Estados Unidos. En el Canadá, por ejemplo, las provincias envían datos al Instituto Canadiense de Información Sanitaria (CIHI), una institución federal independiente, que recopila diferentes fuentes de datos y elabora cuentas basadas en el SCS a nivel provincial y federal para realizar comparaciones interregionales e internacionales.
En algunos países de América Latina también se elaboran estimaciones regionales del gasto en salud. En México, por ejemplo, el informe anual de cuentas de salud incluye el gasto público en salud desglosado a nivel estatal (Gobierno de México, 2025[6]). Los últimos datos disponibles ponen de manifiesto diferencias sustanciales entre estados (Gráfico 6.2).
Gráfico 6.2. El gasto público en salud por estado pone de manifiesto importantes diferencias regionales en México
Copy link to Gráfico 6.2. El gasto público en salud por estado pone de manifiesto importantes diferencias regionales en MéxicoGasto público per cápita en salud por entidad federativa, en pesos mexicanos (MXN), 2023

Nota: No incluye el gasto de la SEDENA, la SEMAR o del ISSFAM, ya que estas instituciones solo comunican datos a nivel nacional.
Fuente: Gobierno de México (2025[6]), SICUENTAS – Gasto Público en Salud, www.dgis.salud.gob.mx/contenidos/basesdedatos/da_sicuentas_gobmx.html.
El seguimiento del gasto en salud por regiones puede ser especialmente útil para medir el rendimiento del sistema sanitario en un país en el que el financiamiento depende de entidades subnacionales. Comparar cuánto gastan las regiones per cápita en salud es, por tanto, un indicador importante para evaluar si existen problemas de acceso geográfico equitativo a la sanidad, lo que puede ser especialmente relevante en países grandes con importantes diferencias socioeconómicas entre regiones geográficas. Analizar las variaciones del gasto privado en las distintas regiones, incluido tanto el gasto de los seguros privados como los pagos directos, puede contribuir a esa evaluación holística. Las diferencias pueden indicar posibles variaciones en los paquetes de prestaciones entre regiones (si estas se determinan a nivel subnacional) o la falta de disponibilidad de servicios sanitarios financiados con fondos públicos (debido a la distancia geográfica o a los largos tiempos de espera), por lo que la gente recurre a la sanidad financiada con fondos privados.
Para un ejercicio piloto de este tipo, Brasil podría beneficiarse de las ricas fuentes de datos disponibles para medir el gasto en salud a nivel nacional y aplicarlas a un análisis regional. Para el gasto del SUS, que representa el 43 % del gasto global en salud, el desglose en gasto de la federación, los estados y los municipios ya está incorporado implícitamente en el enfoque actual de las cuentas de salud. Para calcular el gasto en salud por estados, habría que asignar todo el gasto federal al estado y al municipio beneficiario de las transferencias federales, y reagrupar el gasto del municipio en el gasto correspondiente a nivel estatal. Para la cantidad comparativamente pequeña de gasto en salud de los esquemas para funcionarios federales habría que hacer suposiciones sobre cómo se asignarían a las regiones, posiblemente en función de la residencia.
Para el gasto privado, el establecimiento de un desglose regional suele ser más difícil. Sin embargo, para Brasil podría ser factible. La fuente de datos pertinente de la ANS incluye información a nivel estatal sobre el gasto en seguros de salud privados. Lo mismo ocurre con el presupuesto familiar (POF) utilizado para medir el gasto directo. Una vía adicional por estudiar para un desglose regional es la información sobre proveedores basada en el registro del CNES. Este registro permite asignar todos los proveedores a nivel estatal.
En general, parece que Brasil podría beneficiarse de la amplia disponibilidad de datos a nivel subnacional para pilotar la implementación de un desglose regional. Sería una ampliación muy útil del trabajo en curso sobre las cuentas de salud y podría servir de base para los debates entre los responsables de la toma de decisiones a nivel federal, estatal y municipal sobre el uso de los recursos financieros en el sistema sanitario del país.
6.5. Desglose del gasto en salud por enfermedades y demografía
Copy link to 6.5. Desglose del gasto en salud por enfermedades y demografíaUn número limitado de países de la OCDE desglosa el gasto en salud según las características de los beneficiarios y las enfermedades para comprender mejor cómo se utilizan los recursos y la carga que suponen las distintas enfermedades para los presupuestos públicos y privados. Combinadas con información epidemiológica, las estimaciones sobre el gasto en salud por grupos de edad, sexo y enfermedades pueden ayudar a planificar la futura asignación de recursos en sanidad, por ejemplo, para decidir si se necesitan más fondos para la salud mental o la atención oncológica con el fin de satisfacer el crecimiento previsto de la demanda de esos servicios.
Por lo general, generar un desglose completo de todo el gasto en salud por características de los beneficiarios y enfermedades requiere el uso de datos con un alto nivel de detalle, como los datos específicos de los pacientes. En los países con información sanitaria centralizada e identificadores únicos de pacientes, la combinación de los datos de gasto con las características y el diagnóstico de los pacientes puede ayudar a una asignación adecuada de los datos de las cuentas de salud en grupos de edad, sexo y enfermedades. Sin embargo, incluso sin esto, sigue siendo posible una asignación de la información sobre el gasto, por ejemplo, mediante la identificación de una serie de conjuntos de datos específicos de los proveedores sanitarios que incluyen información sobre las características y el diagnóstico de los pacientes. En cualquier caso, la generación de “cuentas por enfermedad” compatibles con el SCS suele consumir muchos recursos.
Sin embargo, un buen número de países de la OCDE se dedican periódicamente a esta labor, como Australia, Alemania, Corea o los Países Bajos. En toda Europa, un estudio de 2016 puso a prueba la viabilidad de desglosar el gasto en salud por enfermedades en el marco del SCS 2011 (Eurostat, 2016[7]). Los resultados sugirieron que, en muchos países, un nivel de detalle suficiente en los sistemas de información de datos sanitarios permitiría distribuir los datos de gasto en salud entre las enfermedades a nivel de capítulo de la CIE‑10. Sin embargo, en algunos países, las limitaciones de los datos dejaron proporciones del gasto en salud sin asignar (Tabla 6.2).
Tabla 6.2. La comparación de la distribución del gasto en salud por enfermedades entre países revela importantes diferencias
Copy link to Tabla 6.2. La comparación de la distribución del gasto en salud por enfermedades entre países revela importantes diferenciasGasto en salud por enfermedad para los capítulos de la CIE‑10, 2013, países seleccionados de la OCDE
CIE 10 |
Descripción |
Finlandia |
Alemania |
Grecia |
Letonia |
Lituania |
Hungría |
Eslovenia |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
I |
Infecciosas |
2,1 |
1,9 |
1,5 |
3,0 |
3,5 |
2,4 |
2,2 |
II |
Neoplasias |
11,9 |
8,4 |
12,5 |
8,0 |
9,7 |
13,1 |
9,3 |
III |
Sanguíneas |
1,0 |
0,8 |
1,9 |
1,1 |
1,2 |
2,0 |
1,1 |
IV |
Endocrinas |
5,1 |
5,0 |
9,2 |
4,0 |
4,5 |
7,9 |
3,0 |
V |
Mentales |
11,6 |
11,1 |
7,4 |
10,7 |
6,6 |
6,8 |
8,3 |
VI |
Nerviosas |
5,7 |
3,5 |
2,9 |
4,2 |
4,1 |
4,7 |
4,1 |
VII |
Del ojo |
1,8 |
1,8 |
2,4 |
5,4 |
3,8 |
2,1 |
4,4 |
VIII |
Del oído |
0,9 |
1,3 |
0,4 |
2,3 |
1,2 |
1,1 |
0,9 |
IX |
Del sistema circulatorio |
15,3 |
13,8 |
16,9 |
19,2 |
23,5 |
16,6 |
12,8 |
X |
Respiratorias |
6,2 |
6,4 |
5,5 |
6,8 |
8,2 |
7,2 |
5,4 |
XI |
Digestivas |
8,8 |
14,0 |
10,4 |
8,5 |
9,5 |
7,0 |
9,8 |
XII |
Piel |
1,4 |
1,4 |
0,6 |
1,4 |
2,2 |
1,8 |
1,6 |
XIII |
Musculoesqueléticas |
7,3 |
11,7 |
7,5 |
7,2 |
6,5 |
8,5 |
7,9 |
XIV |
Del aparato genitourinario |
4,0 |
4,2 |
6,5 |
5,2 |
4,4 |
4,7 |
5,4 |
XV |
Relacionadas con el embarazo |
2,4 |
1,8 |
3,4 |
3,3 |
2,7 |
1,6 |
1,8 |
XVI |
Perinatales |
1,1 |
0,3 |
0,9 |
0,7 |
1,1 |
0,7 |
0,5 |
XVII |
Congénitas |
0,9 |
0,4 |
0,3 |
0,6 |
1,0 |
0,5 |
0,8 |
XVIII |
Síntomas |
3,5 |
5,1 |
4,2 |
0,2 |
0,8 |
3,0 |
4,5 |
XIX |
Lesiones |
6,1 |
4,4 |
2,9 |
6,5 |
5,3 |
3,8 |
6,8 |
XX |
Exterior |
0,0 |
n. a. |
0,2 |
0,1 |
n. a. |
0,2 |
0,0 |
XXI |
Factores |
2,8 |
2,7 |
2,6 |
1,9 |
0,3 |
4,3 |
9,5 |
XXII |
Especiales |
0,0 |
0,0 |
0,0 |
0,0 |
0,0 |
0,0 |
0,0 |
Total |
100,0 |
100,0 |
100,0 |
100,0 |
100,0 |
100,0 |
100,0 |
|
Sin asignar |
n. a. |
2,1 |
11,0 |
2,6 |
0,8 |
2,1 |
n. a. |
Nota: Distribución basada en el gasto corriente asignable en salud.
Fuente: Eurostat (2016[7]), HEDIC – Health Expenditures by Diseases and Conditions, Documentos de trabajo estadísticos, https://ec.europa.eu/eurostat/documents/3888793/7605571/KS-TC-16-008-EN-N.pdf/6cb33aa4-2e65-4df7-9b2b-1ff171eb1fba?t=1473156921000.
Entre los países de América Latina, Costa Rica ha informado sobre el gasto en salud por enfermedades en los últimos años, basándose en la clasificación DIS incluida en la Herramienta de Producción de Cuentas de Salud (HAPT) de la OMS. La clasificación DIS está a su vez vinculada a la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE). Por el momento, se dispone de los datos de los años 2018 y 2020, y actualmente se está estimando el gasto del periodo comprendido entre 2021 y 2022. El objetivo es consolidar la producción de estimaciones del gasto por enfermedad como parte del ciclo anual de presentación de informes sobre las cuentas de salud (Gráfico 6.3).
Gráfico 6.3. Costa Rica presenta informes periódicos sobre el gasto sanitario en enfermedades no transmisibles (ENT)
Copy link to Gráfico 6.3. Costa Rica presenta informes periódicos sobre el gasto sanitario en enfermedades no transmisibles (ENT)Gasto sanitario en ENT en Costa Rica, 2020

Nota: La clasificación de las enfermedades se basa en la clasificación DIS (HAPT de la OMS).
Fuente: Adaptado de Ministerio de Salud, Costa Rica (2025[8]), Cuentas de salud, www.ministeriodesalud.go.cr/index.php/biblioteca/material-educativo/material-publicado/indicadores-en-salud/indicadores-de-servicios-de-salud/indicadores-economicos-en-salud/cuentas-de-salud.
En el caso de Brasil, basándose en la comprensión de la estructura de las fuentes de datos subyacentes, parece que un enfoque integrado que combine el SIGTAP con los datos de producción, por ejemplo el SIH (Sistema de Información Hospitalaria) y el SIA (Sistema de Información Ambulatoria), podría proporcionar una base sólida para el desglose del gasto en salud por enfermedad.
El SIGTAP ofrece información detallada sobre procedimientos médicos, medicamentos y órtesis, prótesis y materiales especiales (OPM) utilizados en el SUS. En muchos casos, esta información puede vincularse a enfermedades específicas, lo que ofrece una visión detallada de los servicios sanitarios y sus costos asociados. El SIH y el SIA complementan esta información al proporcionar amplios datos de actividad sobre procedimientos hospitalarios y servicios ambulatorios. Estos sistemas categorizan los diagnósticos y los tratamientos mediante códigos CIE (Clasificación Internacional de Enfermedades), lo que permite una comprensión detallada de la prevalencia y el tratamiento de diversas enfermedades. La integración de los datos de estas distintas fuentes debería permitir el seguimiento de los costos asociados a procedimientos y tratamientos médicos específicos para capítulos y subgrupos de enfermedades, al utilizar los factores de expansión para ajustar el gasto desglosado a las estimaciones globales de gasto en salud del SUS.
De las especificaciones documentadas de las diversas fuentes de datos relacionadas con los seguros privados, se desprende que existe la posibilidad de utilizar los datos del DIOPS/ANS, del SIP/ANS y del TISS para ayudar a estimar el gasto por categoría de enfermedad. Por ejemplo, la información financiera y de volumen de los operadores de planes de salud, incluidos los gastos relacionados con el reembolso de servicios y otros gastos operativos y administrativos, puede estudiarse para evaluar la estructura y la correspondencia con las categorías de enfermedades estándar. Un ámbito más problemático es la proporción significativa de gastos relacionados con el gasto directo, donde normalmente la encuesta sobre presupuestos familiares (POF) carece de cualquier dato para asignar a la enfermedad. Se pueden desprender ciertas suposiciones para distribuir el gasto por enfermedad, en ausencia de fuentes de datos o encuestas adicionales.
En términos más generales, hay que tener en cuenta varios retos generales. En primer lugar, basándonos en la experiencia de los países, esto requiere una gran inversión en capacidad de recursos. Garantizar la compatibilidad entre los distintos sistemas de datos puede resultar difícil, ya que la armonización de las diferencias en los formatos de los datos, las normas de codificación y las prácticas de elaboración de informes puede requerir un esfuerzo considerable. Los retos técnicos, como la necesidad de una infraestructura sólida y de competencias adicionales, también desempeñan un papel importante. Por último, la interpretación correcta los datos integrados y la toma de decisiones fundamentadas basadas en el análisis requieren un profundo conocimiento tanto del sistema sanitario como de los propios datos.
A corto y medio plazo, la elaboración de estimaciones del gasto en salud basadas en las enfermedades y otras características de los pacientes puede resultar demasiado ambiciosa para Brasil. A corto plazo, una prioridad más inmediata puede ser el refuerzo de la presentación de informes sobre el gasto en salud por parte de los proveedores de servicios sanitarios (HP) y la asignación de las fuentes de ingresos (FS) a los planes de financiamiento (HF). Entre las extensiones potenciales de las cuentas de salud, la generación de un desglose geográfico del gasto en salud parece ser una opción más factible y de acción inmediata en comparación con la segmentación de los gastos por características de los pacientes. Además, un análisis geográfico por estados ofrecería probablemente una mayor pertinencia para las políticas, lo que lo convertiría en un próximo paso práctico para mejorar la exhaustividad de las cuentas de salud de Brasil.
Referencias
[2] Brasil. Ministério da Saúde (2022), Contas de saúde na perspectiva da contabilidade internacional : conta SHA para o Brasil, 2015 a 2019, Ipea, https://doi.org/10.38116/978-65-5635-028-8.
[5] CIHI (2024), National Health Expenditure Trends, 2024: Data Tables — Series B, Canadian Institute for Health Information, https://www.cihi.ca/en/national-health-expenditure-trends#additional.
[7] Eurostat (2016), HEDIC - Health Expenditures by Diseases and Conditions, Statistical Working Papers, https://ec.europa.eu/eurostat/documents/3888793/7605571/KS-TC-16-008-EN-N.pdf/6cb33aa4-2e65-4df7-9b2b-1ff171eb1fba?t=1473156921000.
[6] Gobierno de México (2025), SICUENTAS - Gasto Público en Salud, http://www.dgis.salud.gob.mx/contenidos/basesdedatos/da_sicuentas_gobmx.html.
[8] Ministry of Health, Costa Rica (2025), Cuentas de Salud, https://www.ministeriodesalud.go.cr/index.php/biblioteca/material-educativo/material-publicado/indicadores-en-salud/indicadores-de-servicios-de-salud/indicadores-economicos-en-salud/cuentas-de-salud.
[3] OECD (2023), Health at a Glance 2023: OECD Indicators, OECD Publishing, Paris, https://doi.org/10.1787/7a7afb35-en.
[1] OECD (2018), Spending on Primay Care: First estimates, OECD Publishing, Paris, https://www.oecd.org/en/publications/spending-on-primary-care_a75a9bcb-en.html.
[4] Thomson, S., A. Sagan and E. Mossialos (eds.) (2020), Private health insurance in Brazil, Egypt and India, Cambridge University Press, https://doi.org/10.1017/9781139026468.
Notas
Copy link to Notas← 1. El Manual SCS 2011 sugiere tener en cuenta los créditos fiscales y las deducciones del impuesto sobre la renta generados por el gasto sanitario a la hora de medir el gasto directo, en caso de que exista una transacción. El mismo principio debería aplicarse en el caso de los pagos de primas a seguro de salud voluntario.
← 2. La formación bruta de capital fijo se refiere a la adquisición (menos la enajenación) de activos fijos. Estos activos deben utilizarse en la producción durante más de un año.