En las últimas décadas, un número creciente de países en todo el mundo ha comenzado a producir cuentas de salud de forma frecuente para monitorear sistemáticamente los recursos financieros dedicados a la salud y así proporcionar insumos para la formulación de políticas de manera fundamentada. En este contexto, la publicación de “Un Sistema de Cuentas de Salud 2011” (SCS 2011) de la OCDE, la OMS y la Oficina de Estadística de la Unión Europea puede considerarse un hito en la creación de un estándar global de conceptos y límites en la contabilidad de la salud, lo que ha llevado a una mejora medible en la comparabilidad internacional de los datos sobre gasto y financiamiento en salud, así como a una mayor relevancia de dichos datos. Hasta la fecha, casi todos los países de la OCDE han implementado cuentas de salud que les permiten estimar frecuentemente el gasto en salud. Más allá de la OCDE, el marco SCS 2011 también se aplica ampliamente en muchos países de renta baja y media.
Sin embargo, la forma en la que los países han institucionalizado la producción regular de datos sobre el gasto en salud, para garantizar que estén alineados con los estándares internacionales, no ha sido analizada en profundidad hasta ahora. Ese es el enfoque de este informe. Basado en las experiencias de 13 países de la OCDE, el informe identifica buenas prácticas en lo que respecta a la gobernanza del proceso de producción, el proceso técnico para generar datos sobre gasto en salud, y las estrategias para difundir los resultados con el fin de aumentar el uso de las cuentas de salud en las políticas públicas.
Los autores de este informe son Michael Mueller, José Manuel Jerez Pombo y David Morgan, de la División de Salud de la OCDE. Michael Mueller dirigió la elaboración del informe y el proyecto general del que forma parte.
Este informe se basó en entrevistas estructuradas con expertos en cuentas de salud de trece países de la OCDE. Los autores quisieran dar las gracias a Geoff Callaghan (Instituto Australiano de Salud y Bienestar, Australia), Waltraud Kavlik, Elisabeth Schappelwein y Johannes Schimmerl (Statistik Austria, Austria) Chris Kuchiak (Instituto Canadiense de Información sobre la Salud, Canadá), Gloria Farias Sarmiento y Jonathan Muñoz Gutiérrez (Ministerio de Salud, Chile), Mariannela Villalobos Cortés y Stward Hernández Cruz (Ministerio de Salud, Costa Rica), Clément Delecourt, Anne-Sophie Kontopoulos y Geoffrey Lefebvre (Ministerio de Salud, Francia), Kristin Klein y Stefan Rübenach (Destatis, Alemania), Hyoung-Sun Jeong (Yonsei University, Corea), Jaime Rozema (CBS, Países Bajos), Carmen Rodríguez Blas (Ministerio de Salud, España), Stefano Puddu y Jonas Tschantz (BFS, Suiza), James Cooper (Oficina de Estadísticas Nacionales, Reino Unido), Aaron Catlin, Micah Hartman y Lekha Whittle (CMS, Estados Unidos) por su tiempo y sus valiosas aportaciones.
La elaboración de informe fue posible gracias al apoyo financiero del Ministerio de Salud de Brasil. Los autores desean dar las gracias a Danilo Oliveira Imbimbo, Pedro Buril Saraiva Lins, Gabriel Coelho Squeff, Luciana Simões Camara Leão y Erika Santos de Aragão (Ministerio de Salud) por su debate y sus sugerencias iniciales acerca del ámbito la naturaleza de este informe. Desean dar las gracias también a Talita Vieira Antonio (Ministerio de Salud) y Felipe Pinheiro Mello (Ministerio de Relaciones Exteriores) por su apoyo administrativo. Hapsatou Touré, Natalja Eigo and Julien Dupuy de la Organización Mundial de la Salud también aportaron comentarios y sugerencias útiles. Dentro de la OCDE, los autores desean dar las gracias a Francesca Colombo y Frederico Guanais por sus sugerencias y su apoyo, así como a Aleksandra Bogusz, Line Hansen, Sahnur Soykan, Guillaume Haquin y Isabelle Vallard por su apoyo administrativo. Lucy Hulett brindó un apoyo esencial durante el proceso de publicación.