La participación ciudadana abarca "todas las vías por las que las partes interesadas [incluidos los ciudadanos] pueden involucrarse en el ciclo político y en el diseño y prestación de servicios". Esta definición engloba tres "niveles" de participación, que corresponden a las distintas formas de interacción entre ciudadanos y Gobiernos: información, consulta y colaboración (OECD, 2017[45]).
La tecnología cívica es "el uso de las tecnologías digitales para reforzar la democracia facilitando que el público esté informado y participe en la toma de decisiones y en la elaboración de políticas, y para aumentar la capacidad de respuesta y la rendición de cuentas de los Gobiernos" (OECD, Forthcoming[46]).
Los gemelos digitales son modelos digitales de lugares, productos o procesos del mundo real, existentes o planificados, que "se utilizan para modelizar sistemas complejos, a menudo en los ámbitos de la ordenación urbana, el diseño arquitectónico, la fabricación y la formación" (OECD, 2025[4]).
Las tecnologías emergentes se definen aquí utilizando un enfoque multidimensional (OECD, 2025[4]) que contempla cinco dimensiones (jurídica, política, social y experiencial, económica y técnica) en las que se encuadran estas tecnologías (en lugar de intentar, por ejemplo, basarse en una lista predefinida de tecnologías). Este enfoque multidimensional engloba y responde a la diversidad de actores que intervienen en el ciclo de vida de una tecnología digital, como el sector público, el mundo académico, el sector privado y la sociedad civil. Esta definición se ajusta a la óptica sistémica que se utiliza en el presente estudio.
Los ecosistemas de innovación consisten en "una red de actores del sector privado, de la Administración Pública y de las instituciones de investigación que colaboran para desarrollar nuevas tecnologías, productos o servicios para responder a objetivos específicos comunes" (OECD, 2022[7]). Para los fines de este estudio, también se examina el importante papel que desempeñan las organizaciones de la sociedad civil como parte del ecosistema de innovación de tecnologías emergentes para la participación ciudadana.
Las organizaciones en red se basan en entramados de relaciones entre equipos o actores (relativamente) independientes con propósitos u objetivos comunes. Estas estructuras rompen con los sistemas jerárquicos, estrictamente verticales (de arriba abajo) o centralizados, que son habituales en la gobernanza de las organizaciones, adoptando en su lugar estructuras organizadas por equipos y distribuidas (Antivachis and Angelis, 2007[47]). Un ejemplo es la Red de Ayuntamientos Participativos (RAP) de Portugal, constituida por diferentes municipios que trabajan conjuntamente en el ámbito de la participación ciudadana.
Abierto por defecto "determina el grado de apertura al margen de la publicación de datos abiertos, por ejemplo, en función de los esfuerzos realizados para fomentar el uso de tecnologías y datos para comunicarse y colaborar con diferentes actores" (OECD, 2024[23]).
La tecnología propietaria es cualquier proceso, herramienta o sistema, por sí solo o en combinación, que es propiedad de una persona física o jurídica, bajo patente o no, y que requiere algún tipo de permiso del propietario para que pueda utilizarse por terceros. Un ejemplo de este tipo de tecnologías son los programas informáticos que se autorizan mediante la compra de una licencia.