Las baterías de iones de litio lo alimentan todo, desde teléfonos inteligentes y computadores portátiles hasta bicicletas eléctricas y dispositivos de micro movilidad. Sin embargo, a pesar de su uso generalizado, muchos consumidores siguen sin ser conscientes de los riesgos potenciales que pueden plantear estas baterías.
Productos de consumo como los computadores portátiles y los dispositivos de micro movilidad representan la mayor parte de estos incidentes. Estas baterías conllevan riesgos como el recalentamiento y el desbordamiento térmico, que pueden provocar incendios o explosiones. Para garantizar un uso más seguro, son esenciales una mayor concientización de los consumidores y unas normas de seguridad más estrictas.