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Fiscalité

Los ministros de finanzas de la OCDE respaldan las reformas del sistema tributario internacional para frenar la elusión fiscal por parte de empresas multinacionales

 

En noviembre se remitió a los jefes de Estado del G20 el Proyecto OCDE/G20 sobre la Erosión de la Base Imponible y el Traslado de Beneficios

 

 

09/10/2015 – En la reunión del 8 de octubre, celebrada en Lima, Perú, los ministros de finanzas del G20 aprobaron el paquete definitivo de medidas para llevar a cabo una reforma integral, coherente y coordinada de la normativa tributaria internacional. 


Durante la reunión presidida por el primer ministro turco, Cevdet Yilmaz, los ministros de finanzas del G20 dieron pleno apoyo al Proyecto OCDE/G20 sobre la Erosión de la Base Imponible y el Traslado de Beneficios (BEPS),  que ofrece soluciones a los distintos Estados para limitar las lagunas normativas existentes a nivel internacional que permiten que los beneficios de las empresas «desaparezcan» o sean trasladados artificialmente hacia jurisdicciones de baja o nula tributación, en las que se desarrolla una actividad escasa o inexistente. 

 

Renovaron su compromiso para aplicar las medidas BEPS de forma rápida, generalizada y coherente y reiteraron la necesidad de que la OCDE elabore un marco de supervisión inclusivo para principios del 2016, en el que todos los países participen en igualdad de condiciones. Los ministros acordaron presentar las medidas BEPS ante los Jefes de Estado del G20, con ocasión de la cumbre anual que tendrá lugar los días 15 y 16 de noviembre en Antalya (Turquía), para que sean debatidas y ejecutadas.

 

“La erosión de la base imponible y el traslado de beneficios están detrayendo de nuestras economías los recursos necesarios para reactivar el crecimiento, atajar los efectos de la crisis económica mundial y crear mejores oportunidades para todos,” ha declarado el Secretario General de la OCDE, Ángel Gurría. “El G20 ha reconocido que la erosión de la base imponible y el traslado de beneficios está menoscabando también la confianza de los ciudadanos en la equidad de los sistemas fiscales de todo el mundo, que ha sido la razón por la que se nos solicitó preparar las modificaciones de la normativa fiscal internacional más importantes de casi un siglo. Nuestro objetivo, de cara al futuro, es poner en práctica las medidas de este plan, de forma que las estructuras de planificación fiscal inspiradas en BEPS resulten ineficaces y se cree un entorno más favorable tanto para las empresas como para los ciudadanos,” añadió el Sr. Gurría.

 

Los trabajos acometidos a solicitud de los líderes del G20 para dar respuesta a los problemas BEPS se remiten al Plan de acción BEPS del G20/OCDE, que contempla 15 acciones para poner fin a la elusión fiscal internacional. Dicho Plan de acción gira en torno a tres pilares o líneas de actuación fundamentales: dotar de coherencia a aquellas normas de Derecho interno que abordan actividades transfronterizas; reforzar las exigencias de actividad sustancial en los actuales estándares internacionales para así establecer la conexión entre los tributos y el lugar de realización de las actividades económicas y de creación de valor, y mejorar la transparencia y seguridad jurídica para empresas y administraciones.

 

Los ingresos perdidos por la utilización de sistemas BEPS se estiman, de forma conservadora, entre 100.000 y 240.000 millones de USD anuales, es decir en torno a un 4-10% de la recaudación global de impuestos sobre sociedades. Dado que los países en vías de desarrollo dependen más, en porcentaje de la recaudación fiscal, de los ingresos procedentes de este impuesto, se estima que en dichos países el impacto de BEPS es especialmente elevado.

 

El paquete definitivo de medidas BEPS incluye nuevos estándares mínimos que establecen requisitos sobre: los “informes país por país” que, por primera vez, brindarán a las administraciones tributarias una visión global de las operaciones de las empresas multinacionales; la prevención del abuso de los tratados, lo que se conoce como “treaty shopping”, para erradicar el uso de sociedades «canalizadoras de inversiones»; la limitación de las prácticas tributarias perniciosas, principalmente en el ámbito de la propiedad intelectual y mediante el intercambio automático de ciertas determinaciones o acuerdos entre la administración y el contribuyente (“tax rulings”); y, por último, procedimientos de acuerdo mutuo efectivos con el fin de garantizar que la lucha contra la doble no imposición (o desimposición) no genere situaciones de doble imposición.

 

Además, el paquete BEPS analiza, por un lado, las directrices relativas a la aplicación de las normas de precios de transferencia encaminadas a impedir que los contribuyentes recurran a ciertas entidades, como son las denominadas cash boxes, con el fin de retener los beneficios en países de baja o nula tributación, y, por otro, redefine el concepto clave de «establecimiento permanente (EP)» para poner fin al uso de acuerdos que impiden determinar la existencia de una presencia fiscalmente imponible en un determinado país por remitirse a una definición obsoleta.

 

El paquete BEPS proporciona a los gobiernos una serie de nuevas medidas, que deberán adoptarse modificando el Derecho interno, en particular normas más estrictas sobre sociedades extranjeras controladas, un método común para limitar la erosión de las bases imponibles mediante la deducibilidad de intereses y nuevas normas para impedir que los mecanismos híbridos hagan desparecer beneficios a efectos fiscales a través del uso de instrumentos financieros complejos.

 

Cerca de 90 países trabajan conjuntamente en el desarrollo de un instrumento multilateral que pueda introducir las medidas del paquete BEPS relativas a convenios fiscales en los convenios bilaterales en vigor. Este instrumento estará abierto a la firma de todos los países interesados en 2016. 

 

La aprobación de las medidas BEPS es fruto de un intenso procedimiento de consulta de dos años, desarrollado con la más absoluta transparencia, en el que han participado los países miembro de la OCDE, del G20, y países en desarrollo así como otras partes interesadas pertenecientes a la comunidad empresarial, organizaciones de trabajadores, círculos académicos y organizaciones de la sociedad civil. 

 

“Todo el mundo tiene interés en contrarrestar la erosión de la base imponible y el traslado de beneficios“, dijo el Sr. Gurría. “El proyecto BEPS ha demostrado que todas las partes interesadas pueden aunar esfuerzos para el cambio. La rápida implementación por parte de los gobiernos asegurará un entorno fiscal internacional con mayor certeza y sostenibilidad para el beneficio de todos, no de unos pocos.”

 

Examples of BEPS schemes to be eliminated

 

 

 

 

Para más información sobre el Proyecto OCDE/G20 de lucha contra la erosión de la base imponible y el traslado de beneficios, incluyendo la nota explicativa de 2015, los informes BEPS de 2015, antecedentes y preguntas frecuentes), por favor visite: www.oecd.org/tax/beps-2015-final-reports.htm. 

 

Las preguntas de la prensa deben dirigirse a Pascal Saint-Amans, Director del Centro de Política y Administración Tributarias de la OCDE (+33 6 2630 4923), o pónganse en contacto con el Servicio de Prensa de la OCDE (+33 1 4524 9700).

 

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