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Education

Presentación de los estudios de la OCDE “El Futuro de la Educación Superior en México: Promoviendo Calidad y Equidad” y “La Educación Superior en México: Resultados y Relevancia para el Mercado Laboral”

 

Palabras de Ángel Gurría

Secretario General, OCDE

10 de enero de 2019 - Ciudad de México, México

 

Secretario Moctezuma, Señoras y Señores,


Me da mucho gusto estar con ustedes para presentar dos estudios que consideramos de gran valor para México: “El Futuro de la Educación Superior en México: Promoviendo Calidad y Equidad” y “La Educación Superior en México: Resultados y Relevancia para el Mercado Laboral”.


Estos informes son el producto de doce meses de trabajo de la Dirección de Educación de la OCDE, con el apoyo de funcionarios de la Secretaría de Educación Pública de México. Quiero agradecer el esfuerzo y compromiso de la SEP en la elaboración de estos dos estudios.

 

La educación superior es vital

La educación superior es un elemento crucial para el desarrollo de las personas. Los egresados de educación superior adquieren competencias que les hacen más valiosos, más productivos, más demandados en el mercado laboral; esto les permite tener acceso a mejores empleos y mejores salarios.


Las inversiones en el acceso a – y la calidad de – la educación superior se traducen en beneficios para nuestras economías, para nuestras sociedades, para nuestros países: incrementan la conciencia social, fortalecen la participación democrática, aumentan la recaudación fiscal, reducen la criminalidad y elevan los niveles de innovación y productividad del país, entre otros.


Es un campo en el que México tiene que redoblar esfuerzos, pues el 77% de los mexicanos entre 25 y 34 años no cuenta con estudios de educación superior, cifra que alcanza 82.6% en el grupo de entre 25 y 64 años (en comparación con un promedio de la OCDE de 63%).


Por eso esperamos que estos estudios puedan ayudar a la nueva administración a enfrentar este desafío. Permítanme compartir algunas de sus principales conclusiones y recomendaciones.

 

La calidad y la equidad de la Educación Superior

El estudio titulado “El Futuro de la Educación Superior en México: Promoviendo Calidad y Equidad” reconoce que México ha dado pasos importantes para promover la calidad y el acceso a la educación superior.


En el ciclo escolar 2017-2018 hubo más de 4.5 millones de estudiantes inscritos en instituciones de educación superior, 2.4 millones más que en el año 2000. La tasa bruta de cobertura, indicador de referencia en México, pasó del 20.6% de los ciudadanos entre 18 y 22 años en el curso 2000-2001 a 38.4% en 2017-2018.


Otro logro importante es que las universidades públicas estatales, donde estudia más de un cuarto del total de estudiantes, tienen hoy en día a más del 80% de sus estudiantes de licenciatura en programas cuya calidad ha sido reconocida externamente por los Comités Interinstitucionales para la Educación Superior y/o por el Consejo para la Acreditación de la Educación Superior.


Estos son avances importantes. Sin embargo, sigue habiendo grandes desafíos.


En primer lugar, México todavía tiene que construir una buena gobernanza de su sistema de educación superior. Esto requiere que las instituciones de educación superior tengan objetivos y misiones claros, y que se asigne a las autoridades federales y estatales responsabilidades bien definidas y complementarias. Para ello, México debería implementar una nueva Ley de Educación Superior que instaure un marco jurídico que aporte claridad y certidumbre. Las experiencias de otros países federales, como Canadá, Alemania e incluso los Estados Unidos en la construcción de dicho marco pueden ser de utilidad.


También es fundamental consolidar y fortalecer la cohesión del sistema. En México conviven 13 subsistemas bastante fragmentados. No existe un procedimiento efectivo de transferencia de créditos, ni un identificador único para cada estudiante, y el marco nacional de calificaciones (entendidas como destrezas o habilidades) todavía no se ha implementado. Esto genera problemas para los estudiantes que desean transitar entre niveles educativos e instituciones, al tiempo que reduce la transparencia y la flexibilidad del sistema.


Garantizar la calidad y la equidad también requiere contar con recursos financieros adecuados y bien utilizados. El estudio revela que no hay suficiente transparencia en la asignación presupuestaria a las instituciones públicas de educación superior. También muestra que existen grandes disparidades en el financiamiento por estudiante. Esta área requiere de una reforma de gran calado.


También se requiere de un sistema general de aseguramiento externo de la calidad, como el existente en la mayoría de los países de la OCDE. El estudio recomienda que se incremente la responsabilidad institucional por la calidad de los programas de estudio y del aprendizaje de los estudiantes, que se reconozca y recompense la innovación en los subsistemas tecnológicos, y que se establezca un sistema obligatorio de acreditación para todas las universidades privadas.


En lo que se refiere a la equidad, el sistema también tiene mucho que mejorar. Menos de una cuarta parte de los adultos jóvenes en México (23%) tiene estudios de educación superior, en comparación con el 44% en promedio en la OCDE y cerca de 30% en países como Colombia y Chile. También hay una desigualdad enorme de acuerdo al origen étnico. En 2015, solo 6.6% de los mexicanos de origen indígena entre 25 y 64 años había completado la educación superior, en contraste con casi 19% de aquellos de origen no indígena.


Para promover la equidad en la educación superior, el estudio recomienda intensificar los esfuerzos para mejorar la educación media superior; continuar trabajando para fortalecer la educación superior técnica, incluso los programas de Técnico Superior Universitario; y crear un sistema más adecuado y transparente de apoyo financiero federal para estudiantes universitarios.

Pasemos al segundo estudio.

 

La educación superior y el mercado laboral

El estudio “La Educación Superior en México: Resultados y Relevancia para el Mercado Laboral” destaca la rápida expansión de la educación superior en México. En los últimos 15 años, la tasa de egresados en la fuerza laboral por estado ha aumentado en promedio en un 40%. En tres estados (Oaxaca, Hidalgo y Yucatán), este incremento ha sido de cerca del doble.


Los gobiernos han realizado importantes esfuerzos para abrir numerosas instituciones de educación superior en municipios pequeños. Muchas de ellas pertenecen a los subsistemas tecnológicos y se han creado para dar respuesta a las necesidades sociales y laborales de la región.


Sin embargo, México sigue enfrentando retos importantes en la conexión de su sistema de educación superior con el mercado laboral.



En México, los beneficios potenciales de la educación superior todavía son limitados. Casi uno de cada dos egresados trabaja en un empleo que no requiere educación superior, y más de uno de cada cuatro trabaja en la economía informal. Mientras, paradójicamente, más de la mitad de las empresas reporta dificultades para cubrir vacantes en sus puestos de trabajo.


Las mujeres jóvenes se encuentran especialmente desfavorecidas en este campo: si bien sobrepasan a los hombres jóvenes en número de egresados, su tasa de empleo está 14 puntos por debajo de la de los hombres, una de las brechas de empleo más altas de los países de la OCDE.


Para dotar a las y los estudiantes de las competencias relevantes para el mercado laboral, el estudio recomienda promover una colaboración estrecha entre el gobierno y las instituciones de educación superior en cuatro áreas clave:

 

  1. La alineación del sistema de educación superior con el mercado laboral. Actualmente, más de un tercio de egresados mexicanos poseen títulos en administración de empresas y derecho, pero solo el 2% en programas de tecnologías de la información y la comunicación (TIC). El estudio señala la necesidad de implicar más a los empleadores en la toma de decisiones y en los planes de los propios estudiantes, así como de brindar mayor diversidad en la oferta de estudios. Los Comités de Asesoramiento de Programas en facultades e institutos de tecnología en Canadá, financiados con fondos públicos, son un ejemplo interesante.

  2. Los estudiantes necesitan más apoyo, tanto para tener éxito en sus estudios como para conectar mejor con el mercado laboral. El estudio recomienda dar acceso a todos los docentes a cursos de capacitación profesional, incluido el uso de enfoques innovadores centrados en el estudiante. También recomienda que se reconozca y se premie oficialmente a los profesores por la calidad de su educación. Los gobiernos de Australia e Irlanda son buenos ejemplos de compromiso con la excelencia en la enseñanza en este nivel, mediante el apoyo a iniciativas como el intercambio de buenas prácticas o la entrega de premios nacionales a los mejores docentes de educación superior.

  3. Una mayor flexibilidad educativa y más énfasis en el aprendizaje a lo largo de la vida. Para los estudiantes mexicanos, no es fácil combinar estudios y trabajo, cambiarse a otro programa de estudio o a otra institución. Además, los mexicanos egresan de la licenciatura con una media de 25 años y rara vez vuelven a la universidad para realizar estudios avanzados o para actualizarse. Por ello, este estudio recomienda dar mayores facilidades para que los estudiantes puedan moverse más fácilmente dentro del sistema, ajustar el ritmo y la modalidad de estudio a sus necesidades y puedan volver al sistema para actualizarse en cualquier momento de su vida laboral.

  4. Una mejor coordinación entre los actores relevantes. Es muy necesario que los gobiernos y los grupos de interés colaboren para coordinarse mejor y generar información en la que puedan apoyarse para elaborar políticas y una planificación basada en la evidencia. Para el caso de México, la OCDE recomienda un enfoque en el que participen todos los niveles de gobierno: que la SEP trabaje conjuntamente con otras agencias y Secretarías a nivel federal (por ejemplo, CONACYT, Secretaría de Trabajo y Secretaría de Economía). Después se incorporaría a las Secretarías de Educación estatales a través de una entidad coordinadora.


Un caso de éxito en este rubro es la iniciativa británica Información del Mercado Laboral para Todos, que vincula datos del mercado laboral y la educación superior para apoyar a los estudiantes, sus familias y los responsables políticos en la toma de decisiones sobre el aprendizaje para el trabajo.


Señoras y Señores,


Los invito a leer estos estudios con detenimiento y a divulgarlos entre las instituciones de educación superior del país y los grupos de interés.


México tiene que seguir impulsando la calidad, la equidad y la relevancia de su sistema de educación superior. Es una tarea conjunta que debe involucrar a los líderes políticos, las instituciones de educación superior, los estudiantes y el sector privado. La OCDE está lista para seguirlos apoyando en esta importante tarea. Muchas gracias. 

 

 

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