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Development Centre

Una Estrategia Nacional de Juventud ayudaría al Perú a aprovechar su dividendo demográfico, afirma un nuevo estudio del Centro de Desarrollo de la OCDE

 

Lima, el 3 de agosto de 2017 - El Perú, con un 26.9% de su población en el grupo etario de 15 a 29, puede aprovechar su dividendo demográfico para impulsar aún más su desarrollo. Se espera que este dividendo dure hasta 2038, cuando la proporción de población dependiente comenzará a superar la proporción de población en edad de trabajar. Según argumenta un nuevo estudio del Centro de Desarrollo de la OCDE titulado Estudio de Bienestar y Políticas de Juventud en el Perú, la adopción de una Estrategia Nacional de Juventud constituiría un avance importante para garantizar el bienestar y el papel activo de la juventud peruana en la economía y la sociedad.

 

“Desde principios del siglo XXI, el Perú ha experimentado un avance socioeconómico importante. Sin embargo, los jóvenes peruanos no están disfrutando de las ventajas de este desempeño. El 38.5% de ellos continúan sufriendo privaciones en diferentes dimensiones del bienestar, como empleo, educación, salud, participación cívica e inclusión social, de manera simultánea”, explicó Federico Bonaglia, Director Adjunto del Centro de Desarrollo de la OCDE durante la presentación del informe, que se llevó a cabo hoy en Lima. “Una Estrategia de Juventud eficaz ayudaría a mejorar la contribución de la juventud peruana al desarrollo nacional”, añadió.

 

El análisis del Centro de Desarrollo de la OCDE se apoya en un enfoque multidimensional innovador: a diferencia de estudios anteriores, que se centraban simplemente en los indicadores tradicionales de la pobreza o en dimensiones específicas del bienestar, por primera vez las diferentes dimensiones del bienestar se miden de forma integrada.

 

Según el Estudio de Bienestar y Políticas de Juventud en el Perú, existen importantes diferencias en la juventud peruana: los jóvenes de lengua materna indígena, los jóvenes rurales y los jóvenes en situación de pobreza extrema están especialmente desfavorecidos. La privación multidimensional de los jóvenes rurales es el doble que la de sus pares urbanos (68.3% frente a 31.4%), al igual que los jóvenes de lengua materna indígena en comparación con los de lengua materna castellana (65.6% frente a 35.3%). Las brechas con respecto al nivel de pobreza son aún más pronunciadas: casi todos los pobres extremos padecen privación multidimensional (85.4%).

 

El estudio señala que, pese a todo, las importantes inversiones realizadas en el área de educación han posibilitado una expansión extraordinaria de la oferta educativa: en diez años la tasa neta de matrícula en la educación secundaria (12 a 16 años de edad) aumentó cerca de 12 puntos porcentuales, llegando a ser del 82.9% en 2014. Sin embargo, la calidad de la educación secundaria peruana es muy baja. Los alumnos peruanos obtienen resultados deficientes en las pruebas estandarizadas de medición del aprendizaje y niveles de desempeño internacionales (PISA, TERCE) y nacionales (Evaluación Censal de Estudiantes, ECE) y el nivel de competencias en comprensión lectora, matemáticas y ciencias de los alumnos peruanos es uno de los más bajos de la región de América Latina y el Caribe, muy por debajo del promedio de la OCDE.

 

Asimismo, las brechas en competencias y aprendizaje de los diferentes grupos de jóvenes son preocupantes. Los datos muestran que los alumnos de familias con mayores ingresos alcanzan niveles de competencias similares a los de los países de la OCDE, mientras que los alumnos de familias con menos ingresos apenas llegan al nivel básico. Se observan también diferencias de desempeño importantes entre las escuelas: la brecha de rendimiento entre escuelas de los ámbitos urbano y rural es la más alta de América Latina y el Caribe y tres veces mayor que la brecha de la OCDE. La tasa de informalidad del Perú es una de las más altas de América Latina: cuatro de cada cinco jóvenes tienen un empleo informal. Por otra parte, la tasa de desajuste entre las cualificaciones y las necesidades del mercado laboral está en aumento: un cuarto de los jóvenes están sobrecalificados para los trabajos que desempeñan (26.6%).

 

El informe recomienda incrementar las inversiones en la educación secundaria y mejorar la gestión de las inversiones a nivel regional, así como modernizar la infraestructura, mejorar las condiciones de trabajo del cuerpo docente y apoyar el desarrollo cognitivo y socioemocional de los alumnos mediante la incorporación de trabajadores sociales en las escuelas. Una educación de mejor calidad ayudaría a mejorar todas las dimensiones del bienestar.

 

El Estudio de Bienestar y Políticas de Juventud en el Perú pone de manifiesto que la participación de los jóvenes en las esferas sociales y políticas de la vida pública continúa siendo escasa. Además, la confianza en las instituciones parece haberse deteriorado en los últimos diez años: por ejemplo, el 80% de los jóvenes desconfían del Congreso. Para garantizar que los jóvenes se sienten implicados y participan de forma eficaz en la formulación de políticas públicas, es esencial restablecer la confianza mediante una mejor comunicación y la celebración de consultas oficiales e institucionalizadas entre las autoridades públicas y la sociedad civil.

 

Los jóvenes peruanos deben ocupar un puesto central en la agenda política para convertirse en un pilar importante del desarrollo nacional. En los últimos años se han logrado grandes avances. Si se realizan esfuerzos intersectoriales e intergubernamentales adicionales, se incrementa la inversión en programas para jóvenes y se fortalece el papel y la autonomía del organismo responsable de la juventud, se contribuirá a liberar el potencial para mejorar el bienestar de los jóvenes en el Perú.

 

Para obtener más información o acceder a una copia del informe, se invita a los periodistas a ponerse en contacto con Bochra Kriout (+33 (0)1 45 24 82 96) en la Oficina de Prensa del Centro de Desarrollo de la OCDE.

 


 

El Estudio de Bienestar y Políticas de Juventud en el Perú forma parte del Proyecto Inclusión juvenil del Centro de Desarrollo de la OCDE,  cofinanciado por la Unión Europea. Para más información sobre el informe: www.oecd.org/dev/inclusivesocietiesanddevelopment/peru-youth.htm.

 

Con ocasión del Día Internacional de la Juventud de 2017, la Unión Europea y el Centro de Desarrollo de la OCDE lanzarán un concurso de fotografía  para jóvenes. Se invitará a jóvenes de 18 a 30 años a compartir sus opiniones y aspiraciones sobre el futuro del trabajo a través de una fotografía impactante. Para obtener más información, visite: bit.ly/2hnva6k.

 

 

 

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