Lima, 10 de septiembre de 2019 - La agenda de desarrollo de Perú es ambiciosa y requiere continuar impulsando la competitividad, consolidando la clase media y fomentando la inclusión social. El nuevo reporte del Centro de Desarrollo de la OCDE propone acciones de política en tres áreas clave para cumplir con esos objetivos, y en las que se están realizando esfuerzos pero se deben también emprender nuevas acciones. Las tres áreas prioritarias son: promover la diversificación y productividad de la economía, fortalecer la conectividad de transporte y favorecer la formalización laboral.
En las últimas dos décadas, el Perú gozó de un considerable progreso socioeconómico que acrecentó el bienestar, redujo la pobreza desde más de un 50% hasta menos del 25% de la población y contribuyó al florecimiento de la clase media. En la actualidad, Perú debe llevar a cabo reformas estructurales para emprender la siguiente etapa de su desarrollo. Para ello, el Perú debe superar diversas “trampas del desarrollo” asociadas con los bajos niveles de productividad, la vulnerabilidad de amplios segmentos sociales, las debilidades institucionales que aún persisten, y los riesgos de sostenibilidad ambiental que presenta su modelo de desarrollo.
“La OCDE y su Centro de Desarrollo van de la mano con el Perú para apoyar en sus esfuerzos reformistas que le lleven a convertirse en una economía más competitiva, más justa y con mejores oportunidades para todos” destacó Juan Yermo, Vicedirector del Gabinete de la OCDE.
El Perú y el Centro de Desarrollo de la OCDE lanzan el tercer y último volumen del Estudio Multidimensional – desde el análisis a la acción –, que destaca tres áreas de acción de políticas públicas fundamentales para esta nueva etapa de desarrollo.
En primer lugar, el Perú debe diversificar su economía y aumentar la productividad, que se sitúa en tan solo un tercio de la de la Unión Europea. La visión estratégica que se presenta en la Política Nacional de Competitividad y Productividad (PNCP) y su respectivo Plan apunta en la buena dirección y representa un gran avance del gobierno peruano.
En segundo lugar, es fundamental activar los beneficios de una mejor conectividad en el transporte. El ratio entre los costos del transporte y los aranceles comerciales es 20 veces mayor en el Perú que en las economías de la OCDE, y el transporte urbano es uno de los grandes desafíos para la movilidad de las personas. Sebastian Nieto Parra, Jefe de la Unidad de América Latina y el Caribe en el Centro de Desarrollo de la OCDE y autor principal del Estudio, destacó que “algunas de las propuestas que hemos realizado desde la OCDE ya están tomando forma y son avances muy relevantes, como la creación de una Autoridad Única de Transporte Urbano para Lima-Callao”.
Finalmente, es fundamental promover la formalización del empleo en un país en que la informalidad llega a un 70%. Esto tiene consecuencias sobre las condiciones de los trabajadores, pero también sobre la productividad y la recaudación fiscal. Es necesario adoptar una visión integral para abordar la informalidad, con políticas que se ocupen de aspectos relacionados con la protección social de los más desfavorecidos, que adapten los regímenes impositivos para generar incentivos a la formalidad de actividades, y que provean mejor formación para mejorar la empleabilidad de los trabajadores.
El Centro de Desarrollo de la OCDE, del cual Perú es miembro pleno desde 2009, seguirá apoyando a Perú en la implementación de las reformas expuestas en este Estudio Multidimensional.
Para mayor información sobre los Estudios Multidimensionales de la OCDE, ver www.oecd.org/development/mdcr
Para solicitar una entrevista o una copia del informe, los periodistas están invitados a contactar Sebastian Nieto Parra (Sebastian.NIETOPARRA@oecd.org, +33 6 46 45 09 00 y Paula Cerutti (Paula.CERUTTI@oecd.org +33 6 95 53 58 78), del Centro de Desarrollo de la OCDE.
Nieto Parra
Related Documents