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Hacer que el crecimiento económico de Panamá sea más inclusivo: el Centro de Desarrollo de la OCDE ofrece un plan de acción

 

 Hacer que el crecimiento económico de Panamá sea más inclusivo: el Centro de Desarrollo de la OCDE ofrece un plan de acción

 

Ciudad de Panamá, 22 de marzo de 2019  - Panamá se convirtió en una economía de altos ingresos en 2018, pero aún enfrenta los desafíos de mejorar las vidas de los ciudadanos que permanecen en la pobreza y consolidar su clase media. Un nuevo informe del Centro de Desarrollo de la OCDE propone acciones en tres áreas: fomentar el desarrollo de todas las regiones; crear más empleos formales e invertir en mejores competencias; y mejorar la financiación para el desarrollo.

Como miembro del Centro de Desarrollo de la OCDE, Panamá tiene acceso a una amplia gama de experiencias y plataformas de diálogo, a nivel mundial, nacional y regional. Además, se beneficia del apoyo para evaluar y diseñar reformas de políticas públicas. El tercer volumen del Estudio multidimensional de Panamá (MDCR) se basa en los dos primeros volúmenes que identificaron los principales desafíos al desarrollo de Panamá y presentaron recomendaciones de políticas públicas para superar estos desafíos.

La estructura de la economía dual de Panamá explica en gran medida la vulnerabilidad de la clase media y la desigualdad de ingresos en el país. Por un lado, el sector de servicios comercializables sólido, productivo y moderno impulsó el crecimiento económico reciente del país. Este sector está compuesto principalmente por actividades intensivas en competencias que generan relativamente poco empleo. Por otro lado, el sector de servicios menos productivo, la agricultura y, en cierta medida, el sector manufacturero, donde han proliferado los trabajadores por cuenta propia y las unidades microproductivas, ofrece empleos de subsistencia e informales a la mayoría de los trabajadores panameños.

“Modernizar los motores de crecimiento económico de Panamá, aumentar la productividad laboral en todos los sectores y mejorar las políticas sociales podría poner en marcha un proceso de transformación. Nos complace participar en la implementación del plan de acción propuesto en este informe para abordar las persistentes desigualdades entre los panameños y las regiones de Panamá”, dijo Federico Bonaglia, Director Adjunto del Centro de Desarrollo de la OCDE, mientras presentaba el informe hoy en la Ciudad de Panamá.

Para promover el progreso y la inclusión socioeconómica es necesario hacer frente a la dependencia de la economía de pocos sectores formales, como la construcción, las finanzas y las actividades del Canal de Panamá. Por fuera de esos sectores, alrededor del 40% de la fuerza laboral no agrícola trabaja de manera informal, con baja calidad de empleo, productividad y salarios. Facilitar su transición a la economía formal exige un mejor equilibrio entre hacer cumplir las regulaciones laborales y reducir la burocracia y los costos administrativos que desalientan a las micro, pequeñas y medianas empresas, así como también a los trabajadores independientes a operar formalmente (MIPYME).

Otro obstáculo clave para obtener mejores empleos es la ausencia de una fuerza laboral adecuadamente capacitada. Casi la mitad de las empresas formales panameñas reportan dificultades para encontrar los trabajadores calificados que necesitan, en comparación con alrededor del 38% en los países de la OCDE. La economía debe proporcionar a los estudiantes una gama más amplia de competencias, una mejor educación secundaria, así como formación técnica y profesional; y nuevos mecanismos para satisfacer la demanda y la oferta de habilidades en el mercado laboral.

Panamá también debe aplicar políticas de desarrollo regional más activas para estimular la inversión en todas las regiones del país, especialmente en las de menor rendimiento. Esto significa diseñar nuevos planes de desarrollo regional, con capacidad adecuada, incluso a nivel municipal, mecanismos de financiamiento y sistemas de medición del desempeño.

Finalmente, los ingresos fiscales deberían desempeñar un papel más importante en la financiación de políticas públicas efectivas para el desarrollo y en la lucha contra la desigualdad de ingresos. En 2016, los ingresos fiscales totales y las contribuciones a la seguridad social representaron el 16.6% del PIB, mucho menos que el promedio de las economías de la OCDE (34%) y de América Latina (22.7%). Un sistema tributario más efectivo y eficiente ayudaría a mejorar la redistribución del ingreso y proporcionaría recursos estables a largo plazo para financiar políticas sociales y productivas. Finalmente, Panamá debe adoptar e implementar nuevas normas para las asociaciones público-privadas con marcos regulatorios e institucionales sólidos.

El MDCR es el resultado de un proceso de consulta con las partes interesadas panameñas, incluidos responsables políticos, funcionarios gubernamentales y miembros tanto de ONG como del sector privado. Además, el informe se benefició de las ideas de otros países miembros del Centro de Desarrollo de la OCDE para convertir las recomendaciones de políticas públicas presentadas en el Volumen 2 de MDCR en un plan de acción.

El MDCR de Panamá es el tercer estudio de este tipo de la OCDE en América Latina, después de Perú y Uruguay. Otro MDCR están en marcha en Paraguay y la República Dominicana pronto comenzarán a realizar su estudio. Los MDCR también se realizan en países de otras regiones del mundo, incluyendo África y Asia. El proceso MDCR apoya la agenda de desarrollo de Panamá para lograr un mejor futuro para sus ciudadanos.

 

Para obtener más información sobre las revisiones multidimensionales de países de la OCDE (MDCR), visite: http://www.oecd.org/development/mdcr

 

Para solicitar una entrevista o una copia del informe, se invita a los periodistas a ponerse en contacto con Sebastian Nieto Parra (Sebastian.nietoparra@oecd.org; Telephone: +33 (0) 6 46 45 09 00).

 

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