01/12/2020
Se requiere apoyo fiscal constante y acciones de salud pública para hacer de la esperanza de la recuperación una realidad
Según la versión más reciente de las Perspectivas Económicas de la OCDE, la posibilidad de poner a disposición de la población varias vacunas contra el COVID-19 de manera generalizada el próximo año ha despertado la esperanza de una rápida recuperación; sin embargo, los formuladores de políticas públicas tendrán que preservar tanto el apoyo fiscal como a la salud pública, y a la vez actuar con determinación para retomar impulso.
La OCDE advirtió en la edición de las Perspectivas Económicas de junio que una segunda ola de infecciones al final del año podría sacar de curso al repunte inicial. Europa y América del Norte se llevan actualmente la peor parte de un rebrote del virus, que está paralizando la recuperación. Se espera que el PIB mundial del cuarto trimestre de 2020 se ubique 3% por debajo del mismo trimestre el año pasado. En la zona del euro y para los Estados Unidos se prevé una caída de 7.3% y 3.2% respectivamente.
La actividad seguirá restringida y muy probablemente el distanciamiento social y el cierre parcial de las fronteras se mantendrán a lo largo del primer semestre de 2021, se afirma en las Perspectivas Económicas. Se pronostica que la economía mundial tomará impulse solo de manera paulatina, a medida que las vacunas se apliquen en todos los países de la OCDE en el transcurso de 2021. Después de una brusca baja de 4.2% este año, se proyecta que el PIB mundial aumentará 4.2% en 2021 y que China representará más de un tercio de ese crecimiento.
La recuperación será desigual en los distintos países y sectores y podría provocar cambios duraderos en la economía mundial. Los países que cuentan con programas eficientes de aplicación de pruebas, rastreo y aislamiento y donde es posible distribuir las vacunas eficaces con rapidez posiblemente se desempeñen relativamente bien, pero persiste un alto grado de incertidumbre.
Las Perspectivas se presentan tanto los riesgos al alza como a la baja de sus principales proyecciones. Liberar la demanda acumulada y los ahorros acumulados podría reforzar un repunte si las vacunas se ofrecen con mayor rapidez y de manera más amplia, lo cual impulsa el crecimiento mundial a cerca de 5% en 2021. Pero la confianza puede resultar afectada si surgen problemas con la distribución o inesperados efectos secundarios de las vacunas, y si no se aprenden las lecciones que dejaran las dos primeras olas de la pandemia. Bajo este supuesto, en 2021 el crecimiento mundial se reduciría 2¾ puntos porcentuales.
Esta nueva selección de medidas políticas compila datos, análisis y recomendaciones sobre una serie de temas que nos permitirán abordar la crisis sanitaria, económica y social emergente. El objetivo de estas medidas es ayudar a orientar la elaboración de políticas enfocadas en las personas y sectores más afectados por el impacto del COVID-19. Más allá de las respuestas inmediatas, esta selección proporciona un análisis de las repercusiones a largo plazo y las medidas adoptadas por los países, preparando el camino para la recuperación y facilitando la coordinación.
Desde principios de 2020 se han realizado cientos de ensayos clínicos, principalmente para evaluar posibles candidatos a medicamentos y a vacunas. Los Estados Unidos son el país con el mayor número de ensayos clínicos, en particular de medicamentos, y China ocupa el segundo lugar en cuanto a ensayos de vacunas.
En un tiempo récord se han puesto en marcha iniciativas de investigación recientemente financiadas por valor de miles de millones de dólares, la investigación y la innovación han llevado al rápido desarrollo de vacunas. A finales de mayo de 2020, había 131 candidatos a vacunas, 10 de los cuales en ensayo clínico. A principios de septiembre de 2020, las cifras habían aumentado a 180 candidatos a vacunas, 35 de las cuales estaban en evaluación clínica.
Detrás de estas cifras hay una cooperación científica pública, privada e internacional sin precedentes para encontrar soluciones a la pandemia, basada en años de inversión en investigación básica, la proliferación de artículos científicos sobre COVID-19, así como en plataformas tecnológicas abiertas de intercambio de datos recientemente institucionalizadas que proporcionan acceso a datos epidemiológicos, clínicos y genómicos, además de estudios relacionados.
Leer más en OECD Science, Technology and Innovation Outlook 2021.