La OCDE lamenta profundamente el fallecimiento del extraordinario científico mexicano
Mario Molina
cuyas aportaciones a la ciencia y al planeta han sido fundamentales. Descubridor del agujero de ozono, recibió el Premio Nobel de Química en 1995.
Sus trabajos fueron la base del Protocolo de Montreal, el primer instrumento creado por las Naciones Unidas para enfrentar una amenaza ambiental de carácter global. Su actividad científica en el campo de la química atmosférica fue incansable, contribuyendo al entendimiento del comportamiento de los gases de efecto invernadero y los contaminantes climáticos de vida corta en el fenómeno del cambio climático.
El Dr. Molina fue un investigador de primer orden en materia de contaminación atmosférica y sus efectos en la salud, tema en el que su última publicación científica develó cómo las partículas suspendidas en el aire servían de elemento diseminador del coronavirus.
Nuestro sentido pésame a su familia y seres queridos, así como al pueblo de México y a la comunidad científica y ambiental internacional.
Angel Gurría, Secretario General
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