Spanish Congress of Deputies: Session on inclusive growth - ES

 

Intervención de Ángel Gurría

Secretario General de la OCDE

22 de noviembre de 2018 - Madrid, España

(preparado para su distribución)

 

Señoras y señores diputados,


Es un honor participar en esta sesión sobre crecimiento inclusivo. Quiero comenzar agradeciéndoles enormemente su presencia en el día de hoy y la invitación a abordar con ustedes un tema tan importante para nosotros en la OCDE. Una cuestión que es fundamental para el bienestar de las ciudadanas y ciudadanos. Un problema que es a su vez la columna vertebral de la agenda de la OCDE desde 2012, cuando creamos la Iniciativa de Crecimiento Inclusivo como respuesta al aumento de las desigualdades que veníamos observando en las economías de nuestros países.

 

La desigualdad no es un fenómeno nuevo, pero sí lo son sus niveles, que se han disparado en los últimos años. En la OCDE lo venimos documentando desde hace mucho tiempo. Es un trabajo que gran parte de la opinión pública desconoce, pero del que estamos muy orgullosos, porque ha contribuido a ubicar la desigualdad en primera línea del debate político.

 

El crecimiento inclusivo siempre fue una necesidad, pero se volvió indispensable a partir de la Gran Recesión, que destruyó millones de empleos e incrementó la inseguridad económica de muchos hogares, especialmente de los más vulnerables. Pocos países lo saben mejor que España.

 

El crecimiento inclusivo sigue siendo una asignatura pendiente 

Pero aún en plena recuperación económica, el crecimiento inclusivo sigue siendo una asignatura pendiente. En muchos países, el crecimiento del salario real no será suficiente para compensar el aumento de las desigualdades que se ha venido produciendo durante una sola generación. En los países de la OCDE, el 10% más rico gana siete veces más que hace siete años. Y la fotografía empeora cuando no hablamos de flujos, sino de stocks: la riqueza genera más riqueza; la pobreza genera más pobreza. En la OCDE, el 10% de los hogares más rico acumula un 52% de la riqueza, mientras que el 60% sólo acapara un 12%. Y estas cifras son de economías OCDE, por lo general más “igualitarias”. Se estima que, a nivel global, el 1% de la población acumula el 47% de la riqueza, y el 85% apenas un 10%.

 

A medida que estas desigualdades se afianzan, aumenta también la desigualdad de oportunidades y disminuye la movilidad social: la velocidad de lo que en la OCDE hemos denominado “el ascensor social”. En nuestros países, un niño nacido en una familia de bajos ingresos tardará de 4 a 5 generaciones en alcanzar el nivel promedio de ingresos. ¡Eso serían 150 años!

 

Y estas desigualdades aún son mayores en el caso de las mujeres, que todavía enfrentan múltiples desventajas, entre otras, en el acceso al empleo. Esto no solo es injusto; también es perjudicial para la economía. La evidencia muestra que, por ejemplo, si la tasa de empleo femenina fuera del doble en los países de la OCDE, aumentaríamos el PIB en un 6% para el año 2030. Esto es solo una prueba más de que debemos seguir trabajando para reducir las desigualdades y avanzar hacia un crecimiento más inclusivo.

 

A este respecto, las tendencias globales recientes, como la expansión de las nuevas tecnologías, traen oportunidades, pero también retos e incertidumbres que hay que saber gestionar.

 

Uno de cada siete empleos en las economías de la OCDE está en riesgo de automatización, mientras que otro tercio podría sufrir cambios significativos en los próximos 20 años. Y estas tendencias están afectando en mayor medida a los más vulnerables. Necesitamos adaptarnos a estos retos y asegurarnos de que nuestras políticas públicas se enfocan en el empoderamiento de los individuos.


Recomendaciones clave para brindar más y mejores oportunidades a las personas

Para hacer esto realidad, el pasado mayo presentamos en la Reunión Ministerial anual de la OCDE “el Marco para la Acción Política sobre Crecimiento Inclusivo”, que contiene tres recomendaciones clave:

  • Primera: construir mercados de bienes y de trabajo más inclusivos que reduzcan las desventajas en el acceso a la educación, a la sanidad o al empleo. España ha hecho un trabajo titánico en materia de creación de empleo, pero debe impulsar más la calidad, redoblando esfuerzos para reducir la temporalidad y el trabajo a tiempo parcial involuntario. Además, se deben aprovechar las oportunidades de la era digital y minimizar sus riesgos. 

  • Segunda recomendación: invertir en las personas y lugares que se han quedado atrás. Esta mañana presenté el Estudio Económico de España con la Ministra Calviño, en el que hacemos especial hincapié en la necesidad de reducir las brechas entre Comunidades Autónomas, así como entre el medio rural y el urbano. Es esencial mejorar la coordinación entre administraciones en áreas clave como las políticas activas de empleo o los servicios laborales, así como mejorar la capacitación de los trabajadores más vulnerables. También es fundamental proveer de cuidados infantiles y promover medidas para integrar a los inmigrantes, pero también apostar por los jóvenes, que son el futuro del país. Aún queda mucho por hacer en este sentido: en España, casi una cuarta parte de los jóvenes no están ni trabajando, ni estudiando, ni formándose. 

  • La tercera recomendación es que debemos recuperar la confianza en las instituciones a través de una gobernanza efectiva y de unas políticas públicas que empoderen al individuo. Hay que garantizar que nuestras instituciones funcionen bien y lo hagan al servicio del ciudadano, con políticas fiscales y de transferencias que brinden apoyo a los grupos más vulnerables y ayuden a fortalecer el crecimiento del ingreso real en los hogares más pobres.


España está priorizando el crecimiento inclusivo en su agenda

España está siendo pionera en materia de crecimiento inclusivo y, al igual que países como Canadá, Francia y Alemania, lo está incorporando en un espacio prioritario de su agenda. Hay que seguir en esta senda, haciendo más y haciéndolo mejor.

 

Eliminar la pobreza infantil y la disparidad de género son los elementos transversales de la nueva estrategia española. Me da gusto ver que hay una mayoría de mujeres ministras en el Gobierno español. Además, el 39% de los diputados son mujeres, lo que coloca a España entre los 15 Congresos con mayor igualdad de género de todo el mundo.

 

Sin embargo, España tiene que profundizar en su modelo económico, haciéndolo más humano y garantizando que una mayor productividad, una mayor competitividad y un mayor crecimiento beneficien al conjunto de la ciudadanía, no sólo a unos pocos. Esto implica que se debe fomentar la justicia y el diálogo social. Ese es el objetivo de la iniciativa del Global Deal a la que España se ha unido esta mañana: promover el diálogo social con la participación de todos los interlocutores. También el de la iniciativa Business for Inclusive Growth, que intenta hacer partícipes a las empresas de esta ambición.

 

Como saben, la OCDE cuenta con una Red Parlamentaria, en cuyas reuniones les invito a participar activamente. La próxima será en París el 21-22 de febrero. Pero también quiero animarles a seguir la experiencia del Parlamento británico, que el pasado mes de abril convocó una reunión específica con parlamentarios de todo el mundo para discutir cómo traducir la agenda de crecimiento inclusivo en el trabajo legislativo de forma tangible. Ellos han creado un Grupo Parlamentario Multipartidista sobre Crecimiento Inclusivo, y quizás aquí en España se podría hacer algo parecido.Pueden desde luego contar con el apoyo de la OCDE.


Amigas y amigos:


El lema de la OCDE no es otro que “mejores políticas para una vida mejor”. Eso es lo que nos mueve, día tras día, a trabajar con los gobiernos de nuestros países miembros. Desde la OCDE hemos trabajado con gobiernos de distinto signo y seguiremos haciéndolo, aportando los datos y la evidencia que pueden ayudar a España, a su Gobierno, a su Parlamento, a tomar las decisiones que considere más oportunas, pero siempre con el bienestar de la ciudadanía por delante. España y todos ustedes pueden contar con nosotros para lograr el objetivo común de impulsar un crecimiento inclusivo que no deje a nadie atrás.  Muchas gracias.

 

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